Las autoridades han arrestado y acusado a dos hombres sospechosos de cometer un asalto a un restaurante Denny's en Manassas, Virginia, que dejó un repartidor de comida muerto y un cliente herido de gravedad.
Un primer sospechoso, Jordan Anderson, de 22 años, fue aprehendido durante una parada de tráfico en el condado Fairfax la mañana del domingo. Enfrenta cargos de asesinato, de causar heridas maliciosas y de usar un arma durante un crimen. Anderson fue quien disparó contra las dos víctimas durante el atraco, de acuerdo con las autoridades. Se encuentra detenido sin derecho a fianza.
El segundo sospechoso, identificado como Ryan Thomas Walker, también de 22, fue hallado más tarde el domingo por agentes de los U.S. Marshals. Walker se encontraba en casa de un conocido en el Chesapeake Beach, en Maryland, cuando fue capturado.
Anderson y Walker irrumpieron poco antes de las 2:30 de la madrugada del jueves 26 de diciembre en el Denny’s, ubicado en 8201 Sudley Road, precisaron las autoridades. Anderson blandía una pistola, Walker cargaba un bastón.
Una vez adentro, Anderson le gritó a los 23 clientes y empleados presentes que se tiraran al suelo, y ambos asaltantes les exigieron que les dieran sus celulares, billeteras y otras pertenencias, detalló la policía.
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Antes de irse, Anderson le disparó a un hombre de 34 años que estaba "cooperando con sus demandas", según las autoridades. Ese hombre resultó herido de gravedad, pero su vida no está en peligro.
Mientras salían del establecimiento, los sospechosos se encontraron con Yusef Ozgur, un repartidor de comida para la compañía DoorDash, que estaba entrando al restaurante para recoger una orden. Sin darse cuenta de lo que estaba sucediendo, Ozgur les "sostuvo la puerta" a los ladrones, precisó la policía.
Walker entonces golpeó a Ozgur en la cabeza con su bastón, y Anderson lo baleó, indicaron las autoridades. Ozgur murió poco después en un hospital a consecuencia de sus heridas. Los arrestos ocurren solo un día después de que la familia y amigos de Ozgur le dieran su último adiós. Sus allegados lo recordaron en su funeral como un hombre trabajador que estaba tratando de ganar un ingreso extra para darle una mejor vida a sus hijos, de 10 y 16 años.
Las fuerzas de seguridad recibieron más de 100 pistas sobre el caso y recolectaron evidencia forense para dar con los sospechosos.
El FBI confirmó que los dos acusados están vinculados a otros tres asaltos en el norte de Virginia, en un boliche, en un motel y en una tienda de conveniencia. La Policía no ha anunciado cargos relacionados con esos incidentes.