California recurre a método ancestral de usar cabras contra combatir incendios forestales

Se practica en otras partes del mundo pero es una solución inusual en EEUU.

SAN ANSELMO — Durante siglos, las cabras han sido las mejores aliadas de los humanos en las tareas de prevención de incendios forestales y a ellas ha recurrido ahora California para hacer frente a los enormes fuegos que cada verano queman el estado con mayor virulencia.

Tras el devastador incendio Tubbs que en 2017 se cobró la vida de 22 personas y arrasó gran parte de las regiones vinícolas de Napa y Sonoma, sus vecinos del condado de Marin decidieron que había que cortar el problema de raíz para que algo similar no ocurriese cerca de sus casas, así que llamaron al ganado caprino.

Desde entonces, 1,200 cabras (todos chivos, puesto que las hembras se quedan en las granjas del Valle Central californiano para ser ordeñadas) pastan cada primavera por la escarpada orografía de Marin, al norte de San Francisco, con una misión muy clara: crear un cortafuegos de 200 hectáreas a lo largo de unos 20 kilómetros.

"Las llamamos bomberos de cuatro patatas. Están contribuyendo a la protección de la comunidad, a la lucha contra el cambio climático, y además son muy populares entre los vecinos", explicó Todd Lando, bombero retirado y coordinador ejecutivo de la agencia de protección contra el fuego FIRESafe MARIN.

Aunque se trata de un método ancestral y que se sigue practicando en muchas partes del mundo como el Mediterráneo, África y Latinoamérica, el pasto de cabras para "limpiar" los bosques de maleza y prevenir incendios apenas ocurre en Estados Unidos, por lo que en el condado Marin tienen que traer pastores del extranjero.

"Analizamos varias alternativas para crear un gran cortafuegos sin vegetación combustible de una manera efectiva y que no fuese extremadamente cara. Lo que hallamos fue que los métodos tradicionales de pastoreo con cabras eran los más rápidos y eficientes", aseguró Lando.

Trasladar y mantener más de mil cabezas de ganado en una zona mayoritariamente residencial no es una tarea sencilla y requiere de la asociación de una docena de entidades, entre ellas el departamento de bomberos, los ranchos locales, una escuela privada y el productor y director cinematográfico George Lucas, que tiene una mansión con varias hectáreas de terreno en la zona.

"Los humanos nos hemos instalado en áreas en las que el riesgo de fuego es ya de por sí alto, y la presencia de actividades humanas todavía lo incrementa más", apuntó el bombero retirado en referencia al condado de Marin, una zona de rentas altas y repleta de grandes caseríos en el extremo norte del famoso puente Golden Gate.

La orografía escarpada y los fuertes vientos secos que soplan desde el noreste hacen de esta península una área muy propensa a tener fuegos forestales, con una larga historia de grandes incendios que se remonta a antes de la llegada de los españoles (los primeros habitantes de origen europeo en instalarse en la zona).

Lando también destacó los beneficios de las cabras para el medioambiente y para los objetivos que se ha fijado California como estado para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, ya que en caso de no usar estos animales deberían recurrir para la misma tarea a vehículos motorizados.

"Son silenciosas y, como además de eliminar hierbas secas, fertilizan el terreno y retornan carbono a la tierra, luego la vegetación que crece en la zona es todavía más bonita, llena de flores, y los vecinos están encantados", explicó.

FIRESafe MARIN usa modelos creados por ordenador para determinar dónde hay más probabilidades de que se declaren fuegos, hacia dónde se moverán una vez ocurran y a qué comunidades humanas afectarán, una información que se usa para decidir dónde hay que rebajar la vegetación y enviar a las cabras a pastar.

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