Un delincuente sexual de Oklahoma que salió de la cárcel antes de tiempo le disparó en la cabeza a su esposa, los hijos adolescentes de ella y otras dos menores que estaban de visita, y luego se suicidó, confirmaron las autoridades mientras se discute por qué estaba libre cuando enfrentaba un juicio por nuevos cargos sexuales.
El jefe de policía de Okmulgee, Joe Prentice, dijo que cada una de las víctimas había recibido disparos en la cabeza de una a tres veces con una pistola de 9 mm cuando fueron encontradas el lunes cerca de un arroyo y en una zona boscosa en la zona rural de Oklahoma.
Aparentemente, los cuerpos habían sido trasladados allí desde donde fueron asesinados originalmente por Jesse McFadden, un delincuente sexual convicto de 39 años, dijo Prentice en la primera actualización importante del caso.
Las seis víctimas murieron baleadas en la cabeza, según las autoridades.
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El descubrimiento de los cuerpos cerca de la casa de McFadden en Henryetta, un pueblo de unos 6.000 habitantes a 90 millas al este de Oklahoma, se produjo el mismo día en que iba a ser juzgado por cargos de haber solicitado imágenes de desnudos de otro adolescente mientras fue encarcelado por violación.
McFadden mantenía a la familia encerrada “bajo llave” y siempre tenía que saber dónde estaban, declaró el martes la madre de la esposa.
Janette Mayo, de 59 años y oriunda de Westville, Oklahoma, dijo que el comportamiento controlador de Jesse McFadden era preocupante, pero que la familia no se enteró de su historial delictivo sino hasta hace unos meses.
“Le mintió a mi hija y la convenció de que sólo se trataba de un enorme error”, comentó Mayo a The Associated Press en una entrevista telefónica el martes por la mañana. “Era muy reservado. Era muy huraño, generalmente callado, pero mantenía a mi hija y a los niños como si estuvieran encerrados bajo llave. Tenía que saber dónde estaban todo el tiempo, lo que envió señales de alerta”.
MENORES DESAPARECIDAS, ENTRE LAS VÍCTIMAS
Los cuerpos encontrados cerca de la localidad de Henryetta, incluían los cadáveres de dos adolescentes reportadas como desaparecidas, Ivy Webster, de 14 años, y Brittany Brewer, de 16, junto con el de McFadden, el delincuente con quien las autoridades dijeron que las adolescentes habían estado viajando.
Mayo confirmó que las otras cuatro víctimas eran su hija, Holly Guess, de 35 años, y sus nietos, Rylee Elizabeth Allen, de 17 años; Michael James Mayo, de 15, y Tiffany Dore Guess, de 13. Mayo señaló que Tiffany Guess era muy amiga de Webster y Brewer, que estaban pasando el fin de semana con la familia.
Todos murieron baleados en la cabeza, según la autoridades.
Las autoridades comenzaron una búsqueda después de que Ivy Webster y Brittany Brewer fueran reportadas como desaparecidas. Las preocupaciones crecieron cuando McFadden no se presentó a su juicio.
McFadden había sido sentenciado a 20 años en 2003 por violación de un joven de 17 años y fue liberado tres años antes, en parte por buen comportamiento, a pesar de enfrentar nuevos cargos de que usó un teléfono celular de contrabando en 2016 para intercambiar fotos de desnudos con la mujer, entonces 16. Fue liberado en 2020 después de cumplir 16 años y nueve meses, a pesar de que los nuevos cargos podrían enviarlo de regreso a prisión por muchos años si es declarado culpable.