Una vida sin su hija y sin su nieta es la cruel realidad a la que tendrá que enfrentarse Ezequiel Murillo, padre y abuelo de dos de las víctimas del accidente aéreo el pasado viernes al noreste de Filadelfia, que cobró la vida de siete personas.
A días de ocurrida la que se podría llamar una de las peores tragedias vividas en esta ciudad, la comunidad hispana de Filadelfia todavía está destrozada por el suceso, y aún más los familiares de las víctimas que se enfrentan a la dura realidad de no tenerlos más en su vida.
Todo ocurrió cuando la ambulancia aérea en la que iban su hija Lizeth y a su nieta Valentina se desplomó solo segundos después de haber despegado sobre un vecindario de Filadelfia. Los seis ocupantes de la aeronave, todos mexicanos, murieron. La menor regresaba a casa en México después de terminar un tratamiento médico en el hospital de niños Shriners.
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“En este momento estamos todos tristes, este golpe ha sido muy fuerte, no volveré a ver a mi hija", lamentó Murillo. “Venía muy contenta, le preparamos el menudo porque tenía muchas ganas de comer el menudo".
En total habían seis personas a bordo de la nave, todos ellos mexicanos. Los investigadores y el equipo a cargo de la recuperación de los cuerpos los enviarán a Delaware para el examen médico forense. Una vez terminado ese proceso, el gobierno de México se comprometió a repatriarlos.
“Estamos esperando el reconocimiento científico que se tiene que hacer por medio del ADN y lo que sabemos es que se va a llevar un tiempo. Hemos pedido a las familias que tengan paciencia porque a su vez es lo que nos transmite de la oficina del forense", indicó Carlos Obrador, Consul de México en Filadelfia.
La alerta del controlador aéreo
Poco después de las seis de la tarde, un audio grabado por LiveATC capturó a un controlador del tráfico aéreo diciendo a “Medevac Medservice 056″ que girara a la derecha al despegar.
Unos 30 segundos más tarde, repite la orden antes de preguntar ”¿Está en frecuencia?”. Minutos después, el controlador dice: “Tenemos un avión perdido. No estamos exactamente seguros de qué sucedió, así que estamos tratando de averiguarlo. Por ahora el aeropuerto va a estar cerrado”.
El accidente ocurrió a menos de 3 millas (5 kilómetros) del Aeropuerto del Noreste de Filadelfia, que presta servicio principalmente a aviones privados y vuelos chárter.
El Learjet 55 desapareció rápidamente del radar después de despegar del aeropuerto a las 6:06 p.m. y alcanzar una altitud de 1,600 pies (487 metros). Estaba registrado a nombre de una empresa que opera como Med Jets, según el portal de seguimiento de vuelos Flight Aware.
El avión se estrelló en una intersección concurrida cerca de Roosevelt Mall, un centro comercial al aire libre en el vecindario de Rhawnhurst.