Trump presentará su plan contra la violencia armada

Apunta a aumentar la seguridad en escuelas y subir la edad para comprar ciertas armas.

El presidente Donald Trump anunciará a finales de esta semana una serie de propuestas "específicas" para reducir la violencia armada en las escuelas del país, un tema que ha centrado su atención desde el tiroteo que el pasado 14 de febrero dejó 17 muertos en una escuela secundaria instituto de Florida.

"Esperamos tener algunas propuestas políticas específicas esta semana", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en su conferencia de prensa diaria.

La portavoz también confirmó que Trump "sigue apoyando subir (de 18) a 21 años la edad (mínima) para comprar ciertas armas" como las semiautomáticas, una propuesta del presidente que ha chocado con la oposición de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), un poderoso grupo de presión contrario a ampliar el control sobre las armas.

Trump lleva más de una semana planteando ideas para aumentar la seguridad en las escuelas estadounidenses y prevenir nuevos tiroteos, y se ha reunido con políticos, familias afectadas por la violencia armada y con la propia NRA para escuchar sus opiniones y evaluar posibles nuevas propuestas ejecutivas o legislativas.

El miércoles 28 de febrero, Trump recibirá a un grupo bipartidista de legisladores para continuar ese proceso.

Entre ellos, según informa el diario The Wall Street Journal, se espera que estén senadores de estados afectados por tiroteos masivos en centros educativos, como el republicano Marco Rubio de Florida y el demócrata Chris Murphy de Connecticut, donde en 2012 murieron 20 niños en un tiroteo en la escuela Sandy Hook.

Trump aseguró el lunes lunes que si es necesario está dispuesto a "luchar" con la NRA, que de momento se ha opuesto a la propuesta del presidente sobre el aumento de la edad mínima y a la de prohibir los "aceleradores de disparos", unos dispositivos que se colocan en las culatas de las armas para convertirlas en automáticas.

El mandatario ha pedido a su Departamento de Justicia que prohíba por su cuenta los aceleradores de disparos, aunque algunos legisladores creen que sería más conveniente vetarlos mediante una ley, dado que eso protegería la medida de una previsible batalla judicial sobre su legalidad.

Pero la propuesta que más polémica ha generado es la de armar a "un 10 o un 20 por ciento" de los profesores del país, aquellos que tengan "talento" para manejar pistolas y que puedan llevarlas ocultas, según el gobernante.

Esa idea tiene la aprobación de la NRA, pero también ha generado rechazo entre grupos que abogan por un mayor control de armas y de la principal agrupación política de educadores de EEUU, la Asociación Nacional de Educación (NEA), que opina que los maestros "deben centrarse en enseñar".

También ha apoyado un proyecto de ley que trataría de aumentar la eficacia de la base de datos nacional sobre antecedentes criminales, para impedir que las personas allí incluidas puedan comprar armas, pero no ampliaría el alcance de ese tipo de exámenes.

El 22 % de los estadounidenses que obtuvieron un arma de fuego entre 2013 y 2015 lo hicieron sin que se verificaran sus antecedentes, y entre ellos el 13 % las compraron sin someterse a ningún tipo de examen, según un estudio publicado el año pasado por las universidades de Harvard y Northeastern.

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