Diez oficiales de la Policía del Capitolio de EEUU siguen sin poder trabajar tras resultar heridos durante el ataque al Capitolio el pasado 6 de enero, según indicaron varias fuentes congresuales y del sindicato a nuestra estación hermana NBC Washington.
Agentes de la Policía del Capitolio y el Comité del Trabajo de ese departamento indicaron que muchos más uniformados sufrieron lesiones y trauma a largo plazo.
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Durante el asalto, una turba de simpatizantes del expresidente Donald Trump irrumpió en el edificio federal, rompiendo ventanas y barreras, y superando – y en algunas ocasiones agrediendo – a los agentes del orden que custodiaban el palacio legislativo.
El oficial Brian Sicknick fue rociado con una sustancia química, colapsó y más tarde sufrió un derrame cerebral y falleció. Dos otros agentes se quitaron la vida en los días después del violento evento y docenas de otros resultaron lesionados – incluyendo uno que sufrió un ataque al corazón y otros que sostuvieron lesiones cerebrales traumáticas y discapacidades permanentes. Algunos podrían no regresar nunca a su antiguo trabajo.
Ya de por sí, la Policía del Capitolio tiene 233 menos oficiales de los autorizados 2,070. La agencia se encuentra bajo presión para acelerar el reclutamiento de nuevo personal.
Más de 400 personas han enfrentado cargos en relación con los sucesos del ataque al Capitolio, el proyecto más grande en la historia del Departamento de Justicia.
