Un hombre hispano ha sido sentenciado este viernes a 100 años en prisión por su participación en el asesinato de dos estudiantes de Maryland la noche antes de su graduación de secundaria.
Roger García, de 22 años, enfrentaba cargos de asesinato en segundo grado y porte ilegal de armas de fuego, y fue el cuarto y último acusado en el caso en conocer su destino. En noviembre de 2018, su hermano Edgar García-Gaona y Rony Galicia fueron encontrados culpables de seis cargos cada uno, incluyendo asesinato y conspiración para cometer asesinato, por las muertes de Shadi Adi Najjar, de 17 años, y Artem Ziberov, de 18. El otro sospechoso en el caso, José Canales-Yánez, fue condenado a cadena perpetua en julio de 2018.
El 5 de junio de 2017, Najjar y Ziberov fueron hallados baleados en un auto Honda Civic azul en Montgomery Village. El día del crimen, las víctimas tenían previsto reunirse con Roger García, en ese entonces de 20 años, para venderle un boleto adicional para la ceremonia de graduación de Northwest High School, en Germantown, que tomaría lugar el día siguiente, de acuerdo con la policía. Pero esa transacción nunca ocurrió. Canales-Yánez, García, García-Gaona y Galicia se encontraron con los jóvenes y abrieron fuego contra su vehículo. Dispararon al menos 30 tiros, según los fiscales.
Las autoridades indicaron en ese momento que Najjar recibió cuatro balazos, y Ziberov, 10. Los fiscales creen que los homicidios fueron una represalia por un robo que se rumoreaba Najjar había cometido a finales de 2016. Detectives responsables del caso pudieron conectar el rumor con un informe policial presentado por Kara Yánez, quien en ese entonces estaba embarazada y era la novia de Canales-Yáñez. Ella le dijo a la policía que el pasajero de un Honda Civic azul había robado su iPad y la había arrastrado unos 50 pies con el vehículo.
Una fuente les dijo a los investigadores que Najjar fue ultimado como venganza por ese asalto, en el que los fiscales alegan el adolescente robó drogas a Kara. El informante identificó a Canales-Yánez, García y García-Gaona como sospechosos. Previamente, Canales-Yánez fue señalado por los fiscales como cabecilla de una red de drogas que operaba en el sector.
Roger García recibió la condena máxima pedida por los fiscales.
