Sentencian a miembro de MS-13 por asesinato de quinceañera en Virginia

Damaris Reyes Rivas fue torturada y asesinada por 10 presuntos miembros de la MS-13

La mujer que confesó haber asesinado brutalmente a una joven de 15 años ha sido sentenciada este viernes a 40 años en prisión.

Venus Romero Iraheta es la última de los 10 pandilleros condenados por la muerte de Damaris Alexandra Reyes Rivas en enero de 2017.

Sentada a solo pasos de la asesina de su hija, la madre de Rivas Reyes, María Reyes, habló en corte.

“Ella destruyó mi vida,” dijo Reyes sobre Iraheta.

Luego, la miró directamente a la cara y le dijo que ella sabía que su hija estaba en el cielo, no en el infierno, como había expresado Iraheta antes de matarla.

“Tú eres la que vivirás en el infierno, no ella”, continuó Reyes.

A principios de este año, trascendió un video donde Iraheta confiesa haber apuñalado y asesinado a Reyes Rivas. Iraheta creía que la adolescente era responsable por la muerte de su novio, Christian Sosa Rivas.

En la grabación, que muestra parte del interrogatorio que le hizo la policía del condado de Fairfax, Iraheta les dice a investigadores que ella le dijo a Reyes Rivas, “Me vas a recordar hasta el día que nos veamos en el infierno. No te olvides de mi nombre. Y le dije mi nombre completo y mi sobrenombre. Y le dije que nunca se olvidara de mí.”

El detective luego pregunta, “Y después, ¿qué hiciste?”

Iraheta reponde en inglés, “La maté.”

La acusada continúa admitiendo que apuñaló a Reyes Rivas alrededor de 13 veces. El violento asesinato fue grabado por un teléfono y fue mostrado en la corte.

“La torturó y luego le dijo 'Te veré en el infierno' y se aseguró de que la víctima entendiera cuál era su nombre”, dijo Ray Morrough, el fiscal general del condado, a principios de este año. “Es un nivel de crueldad al que hasta yo no estoy acostumbrado, que he estado en esta carrera por 35 años.”

Iraheta también les dijo a los detectives que cortó el tatuaje del brazo de la víctima.

“Recuerdo que antes de apuñalarla, José Torres me dijo que le cortara el tatuaje,” dijo Iraheta.

Más tarde, uno de los investigadores le preguntó si le molestó haberla matado. Iraheta sacudió la cabeza, señalando que no.

Reyes Rivas estuvo desaparecida durante dos meses antes de que su cuerpo fuese encontrado en febrero de 2017. Antes de irse de su casa, ubicada en Gaithersburg, Maryland, el 10 de diciembre, le dijo a su madre que miembros de una pandilla la estaban amenazando en la escuela. Su familia no la vio más.

La noche del 8 de enero de 2017, Iraheta y otros nueve jóvenes aparentemente llevaron a Reyes Rivas a un área cerca de Lake Accotink Park, donde la agredieron e interrogaron sobre el asesinato de Christian Sosa Rivas, cuyo cuerpo fue encontrado ese enero cerca del río Potomac, en Dumfries, Virginia.

El grupo grabó el ataque a Reyes Rivas para enviárselo a líderes de la pandilla MS-13 en El Salvador, esperando ser promovidos en el clan, dijo Morrough.

“Es como un trofeo que ganan”, continuó. “Lo presumen a otros miembros de la pandilla.”

Los investigadores describieron a la acusada como empeñada con vengar la muerte de su novio. Durante la arremetida, el grupo obligó a Reyes Rivas a permanecer en la nieve sin su camisa ni sus zapatos para que sintiera “el mismo dolor que sufrió Christian”.

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