Maryland

A dos años de la explosión, sobrevivientes de Flower Branch piden respuestas

María Victoria Reyes recuerda bien esa noche del 10 de agosto de 2016, cuando una explosión destruyó partes de dos edificios en el complejo Flower Branch en Silver Spring, Maryland. 

“Yo venía de trabajar a las 11:40 p.m., no tenía ni 10 minutos de estar allí en mi apartamento cuando quedamos enterradas hasta el cuello con mi hija (sic)”, dijo.

Ese día su vida, y la de decenas de otros, cambiaron para siempre. Siete personas, incluyendo dos niños, murieron y 40 resultaron heridas luego de que una fuga de gas provocara el accidente.

El martes, sobrevivientes de la explosión, en su mayoría hispanos, se encontraron cara a cara con el concejo del condado de Montgomery, exigiendo respuestas, ya que a dos años del siniestro muchos se sienten desamparados.

“He sido una persona tan trabajadora no he necesitado de nadie,” agregó entre lágrimas la señora Reyes, que además acaba de ser operada de la columna y rodilla, a consecuencia de esa noche. “Yo tengo mis padres en El Salvador, yo no puedo ayudarles a ellos.”

Durante la reunión, organizada por el grupo “Acción en Montgomery”, los residentes hicieron tres pedidos: que continúen los servicios de salud mental para los damnificados; que establezcan medidas que los ayuden a pagar la renta, ya que muchos todavía no pueden trabajar; y que realicen una nueva auditoría sobre la respuesta del condado en relación con lo sucedido la noche de la explosión, ya que aseguran que ninguna familia fue consultada.

A Claudia Loayes, otra sobreviviente, se le aguan los ojos cuando habla de David, el hijo de su vecina que murió en el siniestro.

“Recordarme del niño David, eso me llena de tristeza porque, yo digo, que siendo un niño inocente y morir de esa forma me duele mucho”, dijo.

Los concejales prometieron brindar respuestas y en tres meses reunirse nuevamente con las víctimas.

“También vamos a reunirnos con el dueño del edificio para pedir una manera humanitaria de disminuir la renta," dijo George Leventhal, un concejal del condado Montgomery.

Varios damnificados han demandado a la compañía dueña de los apartamentos Kay Apartment Communities y a la compañía Washington Gas. Ellos alegan que ambas entidades ignoraron sus advertencias sobre el olor a gas antes de la explosión.

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