La lucha electoral por la alcaldía de San Salvador en los comicios del 28 de febrero es la primera escala de una posible ruta hacia la Presidencia del país en 2024 y pone, al menos temporalmente, a un exministro como la apuesta del presidente Nayib Bukele para su relevo.
Los principales candidatos a gobernar la capital salvadoreña en los próximos tres años son el actual alcalde, Ernesto Muyshondt, de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), y el exministro de Gobernación y candidato de Nuevas Ideas (NI), Mario Durán.
Nuevas Ideas, cuya tendencia política no está clara, fue fundado por un movimiento de Bukele y es dirigido por un primo suyo.
En el país centroamericano la alcaldía de San Salvador es considerada una especie de "joya de la corona" en los comicios de alcaldes y diputados.
Desde 1964, al menos cinco alcaldes de San Salvador han buscado la presidencia y tres de ellos, incluido Bukele, lograron llegar al poder Ejecutivo.
LAS ENCUESTAS DIVIDIDAS
Las últimas encuestas de cara a las elecciones del 28 de febrero plantean opiniones divididas entre Muyshondt y Durán, quien fue la mano derecha de Bukele cuando este era alcalde de la capital (2015-2018).
La encuesta del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la privada Universidad Francisco Gavidia señala que las preferencias electorales se inclinan por Muyshondt con el 37,6 % de las intenciones de voto, mientras que Durán registró el 35,3 %.
El director del CEC, Óscar Picardo, considera que estos resultados plantean un "empate técnico".
Al preguntar por la preferencia por partido, la población se inclinaría en un 39,5 % a favor del partido de Durán (NI) y un 29,7 % para la formación de Muyshondt (Arena).
Mientras, el sondeo del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop), uno de los más prestigiosos, indica que la preferencia para Durán es del 43,3 % y del 41,5 % para el actual alcalde.
En la intención de voto por partido, el oficialista NI registró el 38,2 % y la opositora Arena el 26,2 %.
Uno de los puntos que podrán inclinar definitivamente la balanza a favor del candidato oficialista es su cercanía con Bukele, cuya popularidad podría acarrearle los votos necesarios para ganar.
Muyshondt, cuya imagen es lastrada por los escándalos de corrupción asociados a su partido y el proceso penal que enfrenta por supuestamente negociar favores electorales con las pandillas, intentó mostrarse a favor de las posturas de Bukele.
El nombramiento de Durán como candidato rompió cualquier posibilidad de alianza entre NI y el actual alcalde.
LA INCÓGNITA, LA APUESTA
El presidente Bukele, que tiene altos niveles de popularidad, no podría buscar la reelección en los siguientes 10 años tras concluir su mandato en 2024.
Esta situación plantea la incógnita de la persona que sería su apuesta para el relevo.
La candidatura de Durán lo posiciona temporalmente como el elegido, dada la exposición mediática y política que el cargo genera, pero aún existe un largo trecho por recorrer.
La imagen de Bukele se sobrepone a cualquier otro funcionario del Gobierno y miembro del partido NI que pudiera figurar como aspirante a la Presidencia, lo que se observa en la campaña electoral.
El principal eslogan publicitario se centra en pedir el voto por el partido de la "N de Nayib".
Otro exfuncionario de confianza del presidente es Ernesto Castro, exsecretario privado de la Presidencia que busca ocupar un escaño en la Asamblea Legislativa y que se podría perfilar como posible presidente de dicho órgano.
Las encuestas concuerdan en que NI tomará el control del Congreso, actualmente de mayoría opositora con Arena y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda).
DE ALCALDES A PRESIDENTES
En la historia reciente del país centroamericano son tres los alcaldes de San Salvador que llegaron a la Presidencia: José Napoléon Duarte (1984), Armando Calderón Sol (1994) y Nayib Bukele (2019).
Héctor Silva y Norman Quijano, al igual que Duarte y Calderón Sol, fueron alcaldes por dos periodos consecutivos, pero perdieron en las elecciones presidenciales de 2004 y 2014, respectivamente.
Unos 5,82 millones de salvadoreños están habilitados para votar el próximo 28 de febrero en unos comicios marcados por las tensiones políticas entre el oficialismos y la oposición.
Se escogerán los Gobiernos de 262 alcaldías, 84 diputados de la Asamblea Legislativa y 20 diputados del Parlamento Centroamericano.