WASHINGTON - Un oficial penitenciario de Washington ha sido acusado este jueves de aceptar sobornos e ingresar contrabando, incluyendo armas y drogas, a una prisión, según fiscales federales.
El funcionario, identificado como Johnson Ayuk, de 31 años, trabaja en el Centro de Detención de D.C. (CDF) desde abril de 2021 y enfrenta dos cargos federales por soborno y por proveer o poseer contrabando en una cárcel, indicó el Departamento de Justicia en un comunicado.
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Ayuk presuntamente habría aceptado dinero de la novia de un reo para que ingresara a la cárcel materiales ilícitos como cuchillos, drogas y teléfonos celulares. Estos objetos luego serían distribuidos a otros presos.
El involucramiento de Ayuk fue descubierto en enero, después de que otros funcionarios del centro descubrieron narcóticos, una navaja y varios celulares escondidos en una lámpara., según documentos judiciales.
Un reo les dijo a los detectives que, desde al menos octubre, él fue uno de los encargados de recoger el contrabando dentro de la cárcel. El hombre también dijo a los investigadores que un oficial de la prisión estaba implicado y que este trabajaba como instructor de baile por Youtube. En su declaración, el recluso contó que Ayuk presuntamente le dijo que contrabandeaba los artículos "metiéndolos en su zona pélvica y en shorts de compresión que usaba bajo su uniforme", indican los documentos.
Después, el oficial dejaba las cosas en el área del baño para que un reo fuese a buscarlos. La conspiración implicó a varios presos.
Los detectives armaron el caso con imágenes de vigilancia, llamadas telefónicas grabadas y mensajes de texto.
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El asunto está siendo investigado por la Oficina del FBI en Washington y el Departamento de Correcciones, indicó la agencia en un comunicado. Los U.S. Marshals han asistido en la pesquisa y el caso será procesado por la Oficina del Fiscal de D.C.
Ayuk se presentó en corte este jueves y fue liberado bajo "supervisión de alta intensidad", según los fiscales. No estuvo claro si tenía un abogado. Otra audiencia está pautada para el 10 de marzo de 2022.
Los oficiales penitenciarios han enfrentado mayor escrutinio en los últimos meses, luego de que un reporte de los U.S. Marshals criticara las condiciones en la que se encuentran las instalaciones, incluyendo las acciones de los agentes contra los detenidos. El informe revelaba “fallas sistémicas”, incluyendo que los empleados castigaban a los reos con no darle agua o comida, aguas negras que rebosaban de los inodoros y uso descontrolado de drogas. Algunos de los acusados por el asalto al Capitolio que se encuentran detenidos en las cárceles de la capital han resaltado las malas condiciones.
