El pasado fin de semana en el condado Prince George’s, unas cuatro personas murieron en al menos 10 tiroteos. Esta violencia armada parece ser ahora parte de la cotidianidad en la segunda jurisdicción más grande de Maryland, lo que alarma tanto a la comunidad, como a las autoridades.
Estos asesinatos recientes se registraron en diversos sectores del condado. Quintin Palmore, de 22 años, falleció de un disparo el viernes en un apartamento localizado en Walker Mill Road. Esa misma noche, Moyonna Tillman, de 24, fue ultimada presuntamente por su pareja, James Kirkland, en el vecindario de Clinton.
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El sábado, Ismael Westry, de 27, murió tras ser hallado adentro de un auto con un impacto de bala en Laurel. Y el domingo, Davon Graves, de 23, fue encontrado baleado y sin vida en un estacionamiento del área de Temple Hills.
Según las autoridades, en todos los incidentes, los presuntos homicidas conocían a sus víctimas.
En el último año, el condado Prince George’s ha tenido un alza considerable en el número de homicidios. En lo que va del 2021, la cifra ya llega a 97, superando así el total de 94 asesinatos registrados en el 2020, pese a que aún faltan tres meses para que termine el año. Pero según las autoridades, ambas causan mayor alarma cuando se comparan al total del 2019, que fue de 57.
Gran parte del problema, según las autoridades, radica en la cantidad de armas en las calles. La ejecutiva del condado Angela Alsobrooks anunció a principios de septiembre medidas para combatir la violencia armada, que incluye la creación de una Unidad de Inteligencia de Armas en el departamento de policía del condado Prince George’s. Esta está destinada para recolectar información sobre los arrestos por armas y facilitar el enjuiciamiento de los criminales, según la funcionaria. En agosto, recuperaron 130 pistolas resultantes de 86 arrestos.
“Yo creo que el recurso más importante en este caso y para prevenir el crimen es contar con la comunidad”, dijo Julián Pérez, portavoz de la policía. “Yo creo que sin ellos, hay poco que pueden hacer nuestros oficiales para prevenir el crimen y nuestros detectives para dar con los responsables de los diferentes casos que investigan”
“Nos da un poco de esperanza de que los esfuerzos sí están rindiendo los frutos y de que estamos viendo los frutos de mejor comunicación con las diferentes comunidades”, dijo Pérez.
Esta tendencia de violencia no solo se está experimentando localmente. A nivel nacional, los asesinatos aumentaron casi en un 30% en 2020 con respecto al año anterior, según el informe anual Uniform Crime Report del FBI publicado este lunes.
