Dos niños, de 4 y 14 años, fueron heridos de bala y una mascota murió cuando varias personas dispararon hacia una multitud el miércoles en el condado de Prince George’s, según las autoridades.
A eso de las 6:20 p.m., dos vehículos se acercaron a la cuadra 6700 de Alpine Street en District Heights, Maryland, y varios sospechosos abrieron fuego en el complejo de apartamentos Woodland Springs, informó la policía de District Heights.
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Un niño que recibió un impacto de bala en el brazo se encontraba estable la noche del miércoles. Al adolescente le dispararon en la pierna, pero se espera que ambas víctimas sobrevivan sus lesiones, dijeron las autoridades.
Un perro también fue herido y murió en el lugar, según la policía.
Cuando se registró la balacera, la residente Regina Johnson pensó primero en su nieto de 2 meses que cargaba en sus brazos, mientras por la ventana en su cocina podía ver el caos que se desató.
“Los niños corrían y gritaban, esto y lo otro. Y yo dije, ay Dios”, dijo.
Los tiros mataron a su perro, llamado Danger.
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“Ese perro era el regalo de los 14 años de mi hijo que conseguimos en un albergue”, dijo Johnson. “Tenemos idiotas por acá, niños con pistolas y armas, disparando al azar”.
Los dos autos involucrados huyeron el lugar y fueron descritos solo como un sedan negro y un mini-van.
Para los residentes del área, la violencia armada se ha vuelto demasiado común.
“Es como el salvaje oeste por aquí. No han sido sólo estos últimos meses, esto está así hasta en el inverno. Es así todo el tiempo”, dijo una vecina que quiso permanecer anónima. “Hace tres meses, una bala me quebró la ventana y por poco le pega a mi hija”.
Así como otras comunidades que sufren de la violencia armada, los vecinos de esta residencia vuelven a las mismas preguntas. Quieren saber dónde están los padres, empleos y actividades que ocupan a los jóvenes para que no se encuentren en situaciones peligrosas.
Saben que las fuerzas del orden no pueden hacerlo todo, y las autoridades también se encuentran frustradas.
“Soy padre. Vivo en esta comunidad, y simplemente me molesta mucho ver que tienen que vivir por esto”, dijo Ronald Tarpley, el jefe interno de la policía de District Heights.
Ya los residentes están acostumbrados a la presencia de los oficiales y activistas de grupos anti-violencia. Lo que enoja a Johnson es el grupo que todavía falta por responder a los tiroteos.
“Esta gente que quieren ser elegidas tienen que venir acá… y caminar por estás calles”, dijo.
Su vecina anónima está de acuerdo.
“Tienen que mejorar sus esfuerzos, es así de simple”, dijo.
