Dos extrabajadores federales han presentado una denuncia alegando que menores migrantes fueron maltratados por contratistas y por gerentes del gobierno a principios de este año en uno de los albergues del Departamento de Servicios de Salud y Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) en Fort Bliss, Texas, y que esa agencia también les indicó que minimizaran un brote de cientos de infecciones de COVID-19 detectadas entre niños en esa instalación, según reporta NBC News.
“El COVID-19 estaba diseminado entre los niños y eventualmente se propagó a muchos empleados. Cientos de niños contrajeron COVID en condiciones sobrepobladas”, dijeron los denunciantes Arthur Pearlstein y Lauren Reinhold en una queja presentada este miércoles por abogados del Government Accountability Project.
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Afirman que no se les dieron mascarillas adecuadas a los menores y tampoco se aplicaba la normativa de su uso. Asimismo, alegaron que al final de su servicio, HHS les indicó de forma escrita a los empleados federales que, si les preguntaban, hicieran que “todo sonara positivo sobre la experiencia en Fort Bliss y le restaran importancia a cualquier cosa negativa.”
Pearlstein y Reinhold, ambos empleados federales que se ofrecieron para ser asignados en el centro de Fort Bliss cuando la administración de Biden se vio forzado a aumentar el personal y a establecer nuevos albergues tras el incremento en los cruces de menores migrantes, detalla NBC News.