Un grupo de forenses, apoyado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), siguió este miércoles en El Salvador con la búsqueda de restos de víctimas de la masacre de El Mozote de 1981, en una zona remota del oriente del país.
"En la diligencia actual no se ha encontrado todavía un resto", dijo a periodistas la abogada Guadalupe Hernández, de la organización humanitaria Cristosal y que representa a las víctimas en el proceso penal que enfrenta más de una docena de altos mandos militares retirados.
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Agregó que los expertos, que realizan excavaciones en la zona conocida como La Joya, se han movilizado a un sector libre de laja, por lo que existe la posibilidad de que "allí sí puedan encontrarse los restos".
En esta zona se buscan osamentas de 5 personas, entre ellas, una niña de 3 años, un niño de 5 años, un bebé de unos 7 meses y la madre de los tres, y otro niño de 11 meses.
Silvana Turner, del EAAF, dijo a la prensa que la antigüedad de las escenas vuelve compleja la búsqueda, que se realizan de acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes.
Relató que el área de búsqueda "se ha ido modificando con el paso del tiempo y esas modificaciones también pueden alterar o modificar las expectativas".
Entre el 14 y 18 de febrero, los forenses realizaron excavaciones en el lugar conocido como Cerro Pando, donde se buscaban restos de 11 personas y únicamente se encontraron fragmentos óseos.
Local
La diligencia fue ordenada por el Juzgado de Instrucción del municipio de San Francisco Gotera.
Según el Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas en El Salvador, entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981, unidades del Batallón Atlacatl torturaron y ejecutaron "deliberada y sistemáticamente" a casi mil niños, hombres y mujeres del cantón El Mozote y otros aledaños.
El EAAF ha acompañado las exhumaciones relacionadas con la masacre de El Mozote desde que comenzaron en 1992, cuando recuperaron los restos de unas 400 personas, principalmente menores de edad.
La masacre tuvo lugar en el marco de la guerra civil, que enfrentó al Ejército, financiado por Estados Unidos, y a la entonces guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) entre 1980 y 1992. Este conflicto armado dejó un saldo de 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos
