racismo

Estudiantes hispanos de universidad en Virginia piden “cambio de cultura” y mejores condiciones en residencias

“Les escuchan a los estudiantes que sí tienen dinero y a la gente que sí tiene dinero... Pero no a nosotros. Y pues, es un insulto”. 

Telemundo

Varios estudiantes hispanos de la Universidad Washington and Lee, en Virginia, dicen sentirse “ignorados” por su institución de educación superior y piden un “cambio de cultura” en el centro académico. También solicitan mejores condiciones en los dormitorios. 

Algunos de los universitarios de la institución localizada en Lexington, Virginia, indicaron a TELEMUNDO 44 que se sienten “invisibles”. Jerónimo Reyes es uno de ellos. El joven, quien está en su último año de pregrado en biología e historia del arte, habló con este medio para expresar lo que considera es una injusticia. 

“Les escuchan a los estudiantes que sí tienen dinero y a la gente que sí tiene dinero”, afirmó. “Pero no a nosotros. Y pues, es un insulto”. 

Ante esa creciente inconformidad, un grupo de alumnos se organizó para enviar un documento a los líderes de la Universidad, en el que piden, entre otras cosas, mejores recursos para estudiantes bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que los profesores no usen lo que ellos perciben como “estereotipos”, que se diversifique el currículum, un mejor acceso a recursos de salud mental, una mejor experiencia para estudiantes LGBTQ y con habilidades especiales, y que se luche activamente contra el estigma hacia los becados. 

“El problema de la escuela es su cultura”, dijo Reyes. “Y al traer a estudiantes como nosotros aquí al campus, entonces nos están dejando abandonados dentro de ese sistema.”

Sin embargo, en un comunicado, un portavoz de la Universidad Washington and Lee aseveró que el documento no fue presentado a la administración de la institución. 

“La Universidad niega categóricamente que discriminemos a cualquier estudiante en cualquier capacidad. La diversidad y la inclusión son fundamentales para nuestra misión.”

Los estudiantes que hablaron con TELEMUNDO 44 indicaron que otra de sus prioridades es lograr el cambio de nombre del instituto de enseñanza, afirmando que este no debe llevar el apellido de Robert E. Lee, un controversial general de la confederación que luchó por mantener la esclavitud en el siglo XIX. Lee fungió como presidente de la Universidad y está enterrado en sus terrenos. 

Los jóvenes afirman que el nombre es especialmente ofensivo para los universitarios negros. 

“Es un instituto que está nombrado por un hombre que literalmente fue un general para asegurarse que gente como ellos sigan siendo esclavos”, explicó Reyes.

 Aunque este esfuerzo por cambio de nombre ha estado por varios años, la Universidad ha mantenido el mismo mensaje que compartió con TELEMUNDO 44: “La Junta Directiva está llevando a cabo una revisión detallada del nombre de la universidad y temas relacionados”, escribió un vocero. 

En los últimos años, antes los llamados y protestas antirracistas a lo largo del país, varias instituciones de educación primaria, secundaria y superior han optado por cambiar el nombre de los planteles que llevan el apellido de figuras polémicas y racistas. Una de ellas fue la preparatoria Robert E. Lee, en el condado Fairfax, que el año pasado, la junta escolar votó a favor de renombrarla en honor al legislador y activista de los derechos civiles John R. Lewis.

Por otro lado, algunos estudiantes que hablaron con TELEMUNDO 44 también claman por mejores condiciones en sus residencias. Angie Gallegos Reyes, una de las universitarias, contó a este medio como “de repente, no más”, se le cayó “el techo encima” en su cuarto en la Casa Nuestro Hogan Latino, donde residen muchos pupilos latinos de la institución. 

Algunos estudiantes de la Universidad Washington and Lee que hablaron con TELEMUNDO 44 claman por mejores condiciones en sus residencias. Angie Gallegos Reyes, una de las universitarias, contó a este medio como “de repente, no más”, se le cayó “el techo encima” en su cuarto en la Casa nuestro Hogan Latino, donde residen muchos pupilos latinos de la institución.

Su computadora quedó inservible tras el incidente. 

“Yo y mi mamá tuvimos que limpiar casas por todo un verano no más para poder comprar mi computadora”, contó Gallegos Reyes. “Es algo que yo esperé que me durara mis cuatro años. No tenía ningún back-up plan”.

La universidad le compró una computadora nueva a la joven, y también la mudó a otra residencia y le compró artículos que necesitaba. Pero según Gallegos Reyes, se olvidaron de una parte importante: su salud mental. 

“No me ofrecieron servicios de counseling (sic)”, afirmó, agregando que tampoco le dieron explicaciones sobre lo sucedido. “Quiero la razón de porqué se cayó el techo.” 

La institución académica dijo a TELEMUNDO 44 que en los últimos 21 meses, no se reportaron problemas que pudieron haber causado el desplome. 

“La caída del techo en Nuestro Hogar Latino es un incidente lamentable. Trabajamos duro para mantener un ambiente seguro para todos los estudiantes.”

Pero a la joven Gallegos Reyes no le convence esa versión.  “Cuando yo entré a [mudarme] a mi cuarto, el techo ya estaba así”, señaló. “Ya tenía los cracs (sic) y la estudiante que vivía antes me dijo: ‘yo lo reporté’. Ellos me aseguraron que estaba bien.”

“No es el único problema que hemos tenido en el año. Tuvimos ratas, se nos llenó de agua la casa”, contó. 

La Universidad afirma estar llevando a cabo reparaciones en el techo, pero Gallegos Reyes indica que ya su percepción del centro académico ha caído de forma irreparable.

“Después de lo del techo, no más ya confirmo. Aquí [a] las comunidades de minoría no nos cuidan, no nos cuidan”.  

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