Los familiares de dos jóvenes de origen salvadoreños que fueron asesinados a tiros el fin de semana en el noroeste de Washington lloran sus muertes, mientras que la policía sigue tras la pista de un sospechoso.
Wilfredo Torres, de 17 años y Jaime Zelaya, de 16, estaban entrando a un complejo de apartamentos en la cuadra 6000 de 13th Street NW, en Brightwood, la noche del sábado tras cenar en un restaurante McDonald’s cercano cuando un hombre con un rifle “de gran potencia” abrió fuego contra ellos, según la policía.
“Había una víctima y dos heridos, pero yo me imaginé que si Will no aparece es que debió haber sido la víctima, yo me imaginé,” contó Lorena Leyva, la madre de Wilfredo. “Pero a la vez me hacía a la esperanza que él haya corrido y hubiera estado en algún otro lugar”.
Ambos adolescentes fallecieron. Según sus allegados, los menores habían sido mejores amigos desde que eran niños pequeños.
La madre de Zelaya también resultó herida. De acuerdo con sus familiares, recibió siete disparos y ha tenido que ser sometida a múltiples cirugías, pero se espera que sobreviva.
“Está algo mal ella, porque yo la he ido a ver dos veces y está mal”, dijo el tío de Jaime Zelaya. “Está molida, usted sabe que perder un hijo es perro, triste, no cualquiera aguanta ese dolor, más de esa forma como murió el zipote”.
El jefe de la Policía Metropolitana Peter Newsham dijo que el ataque no parecía ser “al azar” y que las autoridades siguen tratando de definir un móvil.
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Un testigo dijo que vio a un hombre huir del edificio a pie e ingresar a un vehículo de color oscuro, según Newsham.
El tiroteo se registró en una concurrida área cerca de un Walmart y otras tiendas y restaurantes en Georgia Avenue NW. La estación de Policía del cuarto distrito está localizada a pocas cuadras.
El fin de semana estuvo marcado por la violencia en la capital. Unas 10 personas recibieron disparos en un periodo de 24 horas. Tres de ellos, incluyendo los adolescentes, perdieron la vida.
Cualquier persona que sepa algo sobre el caso debe contactar a las autoridades al 202-727-9099. La Policía ofrece una recompensa de hasta $25,000 por información que lleve a un arresto y condena.
