VIRGINIA - El gobernador de Virginia, Ralph Northam, emitió este lunes una orden de emergencia temporal que busca incrementar la capacidad de los hospitales ante una nueva ola de casos de COVID-19 y un aumento en el número de pacientes internados, sea con el nuevo coronavirus o por otras enfermedades, como la influenza.
La medida estará vigente por 30 días. Esta amplía la cantidad de camillas de hospitales y de personal sanitario, así como da mayor flexibilidad de respuesta a las agencias de salud pública estatales, según un comunicado de la gobernación.
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Las hospitalizaciones por COVID-19 en el estado han aumentado de forma significativa en las últimas semanas. Actualmente, más de 3,500 pacientes están internados con el virus en centros médicos de la región y, según la gobernación, la “gran mayoría” de estos individuos no se han vacunado contra el virus.
“Los trabajadores sanitarios y los hospitales están exhaustos, y están enfrentando un crecimiento número de pacientes, lo que afecta su habilidad de proveer cuidado”, dijo Northam en un comunicado. “Estos pasos ayudarán a aliviar la presión [sobre el sistema] dándole a los profesionales médicos flexibilidad para el cuidado de personas”.
Northam urgió a los residentes a vacunarse contra el virus, describiéndolo como “lo mejor” que se puede hacer para mitigar la carga al sistema de salud.
La orden también permite que profesionales con licencias activas emitidas fuera del estado puedan ejercer en Virginia, y autoriza a que los asistentes médicos con experiencia puedan practicar sin un acuerdo escrito, entre otras acciones.
El periodo de gobierno de Northam expira este sábado, cuando el gobernador electo Glenn Youngkin, quien es republicano, tomará las riendas del ejecutivo estatal. No estuvo claro de inmediato si Youngkin mantendrá en efecto la orden de emergencia.
