Joe Biden es oficialmente el nuevo presidente de Estados Unidos. El demócrata entró de pie la tarde de este miércoles a la Casa Blanca, acompañado de su familia poco después del juramento del cargo.
Se prevé que esta tarde firme las primeras órdenes ejecutivas de su mandato.
Debido a cuestiones de seguridad y la pandemia del coronavirus, el habitual desfile quedó restringido a apenas un centenar de metros cerca de la Casa Blanca y Biden caminó los últimos de ellos junto a su familia para entrar a pie en la residencial presidencial.
Todos los ojos del mundo han estado en Washington por la toma de posesión, que fue como ninguna otra y que se llevó a cabo mientras 25,000 guardias nacionales custodian la ciudad convertida en una fortaleza tras el asalto al Capitolio el 6 de enero y la posibilidad de que grupos armados protesten en apoyo al mandatario saliente Donald Trump.
Los demócratas Biden y Harris fueron juramentados exactamente dos semanas después de que un grupo de partidarios de Trump irrumpieran en la sede del Congreso, con el propósito de interrumpir la ratificación de la victoria de Biden. Durante el incidente, cinco personas murieron, entre ellos un oficial de la Policía de Capitolio y una mujer que recibió una bala de un agente.
Biden prestó juramento minutos antes del mediodía sobre una Biblia que su familia posee desde 1893 y sobre la cual también juró como vicepresidente en 2009 y 2013. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, le tomó juramento.
Minutos antes, Kamala Harris se convirtió en la primera vicepresidenta que ha tenido el país luego de que la magistrada del tribunal Sonia Sotomayor le tomara el juramento.
Un importante dispositivo de seguridad evidencia el estado de alerta en que se encuentra Washington. Decenas de calles, estaciones de Metro y puentes han sido cerrados. El despliegue policial a lo largo de la capital estadounidense ha sido histórico.
Trump dejó Washington rumbo a Florida antes de la ceremonia de juramentación rumbo a Florida, con un evento de despedida en la Base Conjunta Andrews en Maryland.
"Ha sido un gran honor para mí y un privilegio haber sido su presidente", dijo en un discurso a una pequeña multitud, agregando que “deja las bases” para que el gobierno entrante pueda hacer una gestión extraordinaria.
Añadió que observará y escuchará a la distancia y prometió regresar “de alguna manera”. Deseó a los asistentes una “buena vida” y seguidamente abordó el avión junto con su esposa Melania.
La alcaldesa de D.C. Muriel Bowser publicó una foto en su cuenta de Twitter de la partida de Trump, diciendo: "Es momento de agarrar las piezas y sanar a esta gran nación".
Por su parte, Biden y Harris empezaron una jornada ocupada con eventos protocolares a lo largo de la ciudad. Su día inició a las 9 a.m. con una misa en la Catedral de San Mateo con los líderes republicanos y demócratas del Congreso. De ahí, se dirigieron al Capitolio para ser juramentados en frente de solo unas 1,000 personas en asistencia.
Varias figuras políticas importantes estaban en la audiencia en la sede del Congreso para presenciar la toma de posesión. Entre los invitados especiales estuvieron los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, y sus respectivas esposas Michelle Obama, Laura Bush y Hillary Clinton, el vicepresidente Mike Pence, el expresidente de la Cámara de representantes, el republicano Paul Ryan y decenas de legisladores.
En un tweet, el expresidente Obama expresó sus felicitaciones a Biden, quien fue su vicepresidente por ocho años: "Este es tu momento"
Ambas asunciones son históricas: Biden será el presidente más anciano en asumir el cargo mientras que Kamala Harris es la primera mujer, afroamericana y asiática en convertirse vicepresidenta.
Tras el discurso de investidura de Biden, él, Harris y sus respectivos esposos fueron hasta Arlington, Virginia, para continuar la tradición de los nuevos mandatarios de dejar una corona de flores sobre la tumba del soldado desconocido.
Finalmente, la nueva administración regresó a D.C. para un desfile de investidura de menor escala que terminó en la Casa Blanca. Para las 4 p.m., los Biden ya eran los nuevos inquilinos de la mansión presidencial.
La jornada transcurrió con normalidad, pese a los temores de posible violencia.
Actualmente, hay el triple de guardias nacionales en D.C. de los que usualmente son movilizados a la ciudad para una investidura presidencial, según el general William Walker, comandante de la Guardia Nacional de D.C. “No vamos a arriesgar nada”, dijo.
Funcionarios del Pentágono confirmaron el martes que 12 soldados habían sido retirados del contingente de seguridad de la toma de posesión tras un chequeo de antecedentes del FBI, incluyendo dos que publicaron y enviaron mensajes con opiniones extremistas sobre el evento del miércoles.
Sin embargo, enfatizaron que no se halló ninguna amenaza contra Biden.
Fuentes dijeron a la Associated Press que los 12 guardias nacionales retirados tenían lazos con milicias ultraderechistas o habían expresado opiniones extremistas en línea. Las fuentes, un funcionario de inteligencia y uno de la armada habían sido informados sobre el asunto, hablaron con ese medio en condición de anonimato. No precisaron a qué grupo derechista exactamente pertenecían los guardias o en qué unidad servían.
El general Daniel Hokanson, jefe de la Guardia Nacional, indicó que los 12 miembros habían sido sacados del equipo de seguridad pero que en solo dos casos fue por comentarios o mensajes inapropiados relacionados con la inauguración. Los otros 10 guardias fueron “relevados de sus deberes” por otros asuntos, incluyendo actividad criminal previa, pero no relacionados directamente con la ceremonia de investidura.
Qué está cerrado
Una larga valla de metal de siete metros rodea el Capitolio y el perímetro policial se extiende por una importante parte del centro del Distrito de Columbia. Una docena de estaciones de Metro han sido cerradas. El acceso al área del Capitolio y al National Mall ha sido restringido para el público general hasta al menos el jueves.
Más de 20,000 tropas estén en la ciudad para asistir con las tareas de protección y patrullaje. Cualquier ingreso no autorizado a terrenos del Capitolio será respondido con “un uso apropiado de fuerza" y la persona será arresta, indicó la policía.
Un número importante de calles alrededor de la Casa Blanca está completamente bloqueadas, incluyendo el área que cubre K Street NW, 14th Street NW, Constitution Avenue NW y 19th Street NW.
La zona restringida para los doctores se extiende desde Dupont Circle hasta el Southeast/Southwest Freeway, de norte a sur, y desde Six Street NE hasta el río Potomac, de este a oeste.
El cierre de calles estará vigente hasta después de la investidura, confirmó el Servicio Secreto. Y si se requiérele estas medidas de seguridad podrían ser prolongadas por más tiempo. Muchos estacionamientos y garajes dentro del perímetro han sido clausurados.
Varios puentes que atraviesan los ríos Potomac y Anacostia serán cerrados durante la semana de investidura. Si planeas viajar entre D.C. y Virginia o entre el Sector 7 u 8 y el resto de la capital, es importante que tomes esto en cuenta. Los bloqueos estarán en efecto entre las 6 a.m. del martes y las 6 a.m. del jueves. Puedes ver toda la información aquí.
Metro también anunció la semana pasada que cerraría 13 estaciones dentro del perímetro de seguridad hasta el 21 de enero:
- Línea roja: Farragut North, Judiciary Square, Union Station, Metro Center
- Líneas roja, amarilla y verde: Gallery Place
- Líneas amarilla y verde: Archives
- Línea azul: Arlington Cemetery
- Líneas azul, naranja y plateada: Farragut West, McPherson Square, Federal Center SW, Capitol South, Smithsonian, Federal Triangle
La estación del Pentágono estará cerrada solo el miércoles, día de la investidura.
Los trenes no se detendrán en las estaciones inhabilitadas y estarán operando en el horario de los sábado: los trenes de la línea roja transitarán cada 12 minutos y en las otras líneas, cada 15.
Además al menos 26 rutas de autobuses se han visto afectadas y no pasarán por lugares dentro del perímetro de seguridad.
