Una orden de desalojo mantiene en vilo a una madre guatemalteca ante la amenaza de quedarse en la calle con su hijo con necesidades especiales.
Carmen López llegó con su hijo Alex al condado Montgomery en Maryland hace cuatro años y medio donde pudo encontrar recursos para mejorar su calidad de vida.
No obstante, sin familia que les albergue y sin un trabajo fijo, la angustia de López aumenta. A diario vende comida pero no genera lo suficiente para poder salir adelante.
“Yo tengo que estar al pendiente de su comida. Los alimentos tengo que dárselos por un tubito y jueguitos por la boca, pero todo lo tengo que hacer yo", explicó.
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"Levantarlo, moverlo y todo lo tengo que hacer yo y tengo que estar las 24 horas con él. Yo no puedo salir a trabajar afuera para decir que me voy a ganar un salario mínimo para sostenerlo a él y sostenerme yo”, añadió.
La situación también preocupa a quienes le asisten a diario.
“Alex tiene muchos doctores a su disposición que le ayudan en diferentes áreas. Él tiene todo un equipo de trabajo que los revisan múltiples veces durante la semana. El mudarse fuera del condado, significa que perdería toda la ayuda que tiene y no hay garantía que la encontrará en otro lado. Sería una pérdida muy grande para su progreso. Alex necesita consistencia", explicó la psicóloga de habla y lenguaje, Suzie Djidjoli.
Local
A pesar de que no hay una fecha establecida para el desalojo, hasta el momento es inevitable.
“Imagínese que me tiren a la calle y tener que ver que mi criatura sufra en esa situación. Que él se vaya a poner peor de lo que está, porque él sufre mucho de los nervios y ya viendo esta situación en la calle y me mira llorar a mí, siento que para él va a ser muy duro”, lamentó López.
Las terapistas de Alex crearon una página de GoFundMe. Haz clic aquí.
El futuro de Carmen y Alex es incierto, pero de lo que sí están seguros es de que no quieren regresar a su natal Guatemala debido a que Alex no tendría acceso a la ayuda que recibe en este país. En este momento, Alex está aprendiendo a comunicarse con su mamá y terapistas a través de tecnología.