Una maestra de una escuela primaria del condado Fairfax que fue diagnosticada con el nuevo coronavirus compartió en las redes sociales su experiencia sobre lo difícil que fue conseguir que les realizaran a ella y a su esposo una prueba por el virus.
Catherine Collet, una profesora de 6to grado en Lynbrook Elementary School, dijo en una publicación en Facebook el viernes que, durante las primeras cuatro visitas a la sala de emergencia, los doctores le indicaron a la pareja que podían regresar a su casa y al trabajo pese a que su esposo tenía fiebre.
“Mi esposo es un trabajador de emergencia (EMT) que transporta principalmente pacientes ancianos. Si hubiésemos tomado esta recomendación, podríamos haber puesto en peligro a un sinfín de personas”, dijo. La mujer no precisó el hospital que visitaron.
En vez de tomar el consejo de los médicos, ella y su esposo se quedaron en casa mientras luchaban por que les hicieran una prueba por COVID-19.
“Llamábamos a la sala de emergencia y nos decían que calificábamos para que nos realizaran la prueba, pero cuando llegábamos, nos decían que no. Finalmente, el departamento de salud coordinó nuestros exámenes”, agregó.
Fueron notificados de los resultados positivos de su esposo el martes pasado. Collete arrojó positivo unos días después.
“Espero que al compartir nuestra experiencia podamos arrojar luz sobre este lado de la pandemia. Espero que las compañías, los proveedores de salud y el departamento de salud continúen tomando mejores decisiones a medida que aumentan los casos”, dijo Collett.
