Washington DC

Oficiales no enfrentarán cargos tras tiroteo mortal en la residencia del embajador peruano

El Departamento de la Policía Metropolitana y la oficina del fiscal revisaron evidencia física, recuentos de las fuerzas del orden y civiles, informes forenses y más para llegar a su conclusión, según los fiscales.

gordon casey

Dos oficiales del Servicio Secreto no enfrentarán cargos tras dispararle mortalmente a un joven de 19 años en abril afuera de la residencia del embajador peruano en el noroeste del Distrito, informaron las autoridades el lunes. 

Gordon Casey murió baleado por los oficiales en Garrison Street NW en el vecindario Forest Hills, después de un informe de un robo en curso temprano por la mañana del 20 de abril. La familia del embajador Oswaldo de Rivero escuchó a alguien rompiendo ventanas, afirmó anteriormente el jefe de la policía de DC. 

“Tras una evaluación de la evidencia cuidadosa, profunda e independiente, los fiscales federales no han encontrado evidencia suficiente para probar más allá de cualquier duda fundada que los oficiales usaron fuerza excesiva bajo las circunstancias”, anunció la oficina del fiscal de DC en un comunicado. 

Así mismo, no hay evidencia suficiente para presentar cargos penales federales de derechos civiles o cargos de DC contra los oficiales, dijeron los fiscales.

Uniformados del Servicio Secreto respondieron a la residencia y ordenaron a Casey a soltar un palo de metal, pero se negó a hacerlo, agregaron fiscales. Uno de los oficiales le disparó al joven con una pistola de descarga eléctrica Taser, pero aparentemente no tuvo efecto, informaron. 

Casey comenzó a caminar hacia las autoridades y mover el palo cuando abrieron fuego, según los fiscales. Recibió dos impactos de bala y murió en el lugar. 

No fueron heridos el embajador ni su familia, de acuerdo al jefe de la policía y la embajada. 

Casey había estado sufriendo de una crisis de salud mental tras perder su trabajo, le dijo su novia a nuestra cadena hermana NBC Washington. 

El Departamento de la Policía Metropolitana y la oficina del fiscal revisaron evidencia física, recuentos de las fuerzas del orden y civiles, informes forenses y más para llegar a su conclusión, según los fiscales.

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