Los residentes que se vieron obligados a abandonar sus hogares en Washington DC, debido a las condiciones de vida inseguras dicen que finalmente están obteniendo justicia a través de un acuerdo de $1.6 millones.
Durante 17 años, Ericka Malloy vivió en Foster House en Rhode Island Avenue NW, en el vecindario de Shaw. Desafortunadamente, muchos de esos recuerdos no son tan dulces.
“Todos teníamos ansiedad. Mi ansiedad era muy alta”, indicó Malloy. “Las ratas entraban por mis gabinetes”.
Malloy afirmó que finalmente fue hospitalizada por un pólipo en su pulmón debido al moho y casi muere.
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“Si hubiera tenido un lugar a donde ir y hubiera podido mudarme, muy bien lo habría hecho. ¿Quién vive en estas condiciones?”, preguntó.
La ex vecina Kimberly Trim le mostró a nuestra cadena hermana News4 lo que muchos inquilinos enfrentaron durante años, incluidas las filtraciones sin control que causaban moho negro.
Ella creció en el edificio y dijo que las condiciones eran tan malas que muchos de sus vecinos en las unidades de vivienda asequible se vieron obligados a irse.
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“No se trataba solo de trasladar a la gente, sino de destruir la vida de la gente. Ellos estaban destruyendo la vida de la gente”, enfatizó. “Es muy desalentador”.
Los antiguos inquilinos de Foster House recibieron buenas noticias el miércoles. Muy pronto recibirán un cheque después de que la Oficina del Fiscal General de DC (OAG, en inglés) llegara a un acuerdo con los propietarios del edificio de apartamentos.
Los propietarios del edificio, New Bethel y Evergreen, pagarán $1,6 millones como parte del acuerdo, de los cuales $650,000 irán a parar a los inquilinos.
Por su parte, la OAG anunció que los propietarios también acordaron vender el edificio en el plazo de un año, y el nuevo comprador tendrá que incluir al menos 76 unidades de vivienda asequible en los planes de remodelación. Si no lo hacen, tendrán que pagar más de $6 millones.
El Fiscal General de DC, Brian Schwalb, considera que el acuerdo es una victoria para los inquilinos que se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a las condiciones de vida deficientes.
“Los inquilinos de Foster House vivían en condiciones deplorables”, reconoció. “Y este es un caso que se viene desarrollando desde 2020”.
Schwalb dijo que DC es un lugar caro para vivir, es difícil encontrar viviendas asequibles y los funcionarios exigirán cuentas a los propietarios.
Malloy dijo que está feliz en su nuevo hogar, pero se siente mal por los vecinos mayores que no pudieron ver el acuerdo.
Si siente que está viviendo en condiciones inseguras o que su propietario no está haciendo lo que se supone que debe hacer, la OAG dice que debe informarlo a su oficina.
