La valla protectora instalada alrededor del Capitolio de Estados Unidos tras los disturbios del 6 de enero empezará a ser retirada tan pronto como el viernes, pero el edificio federal seguirá cerrado para visitantes.
Esto de acuerdo a un memo enviado el miércoles por el Sargento en armas de la Cámara de Representantes a los miembros del Congreso y demás personal. The Associated Press reportó por primera vez la semana pasada que la barrera iba a ser quitada.
La alta valla negra alrededor del perímetro del Capitolio es una de las últimas señales restantes de la toma a la sede legislativa por parte de una turba de seguidores del expresidente Donald Trump, que trataba de detener la certificación de la victoria electoral de Joe Biden, un suceso que causó conmoción en el mundo.
Pese a esto, el Capitolio permanecerá cerrado a la gran mayoría de visitantes, según el memo.
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“Aunque la valla temporal será quitada, las restricciones actuales de acceso al edificio permanecerán en orden”, de acuerdo al memo.
Funcionarios federales están al tanto de conversaciones en linea de grupos de extrema derecha y otras personas que creen teorías conspirativas, donde discuten un potencial regreso a Washington como parte de una teoría sin fundamento de que Trump será reinstalado en agosto.
Cinco personas murieron en el ataque de enero, incluyendo una segura de Trump quien fue impactada por un disparo de la policía. Un oficial del Capitolio falleció el día después tras haber enfrentado a los invasores. Dos otros agentes que respondieron a los disturbios más tarde se quitaron la vida.
La Policía del Capitolio de EEUU continuará vigilando la información de inteligencia y posibles amenazas y otra reja podría ser instalada rápidamente de ser necesario.
El Capitolio ha estado cerrado a la mayoría de visitantes por su periodo más largo en la historia de la nación, primero por la pandemia de coronavirus que limitó las operaciones y después por la insurrección. Ya van casi 16 meses
