Luego de declarar una emergencia pública por la llegada de indocumentados, la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, aceptó que aún no hay una fecha de inicio para la Oficina de Servicios para Migrantes.
La situación se itensifica luego de que, desde abril, casi 10,000 migrantes llegaran a la capital del país en buses provenientes de Texas y Arizona.
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El propósito de la oficina es recibir a los migrantes, proporcionarles transporte, ofrecerles comida y atender sus necesidades médicas urgentes, según Bowser.
Sin embargo, para que esta oficina comience a ofrecer servicios, el Concejo de DC debe aprobar la declaración de emergencia de la alcaldesa. Se espera que esto suceda la próxima semana.
“Cuando podamos firmar un contrato que nos permita traer más apoyo humano”, explicó la primera ejecutiva.
Por su parte, la organizadora de la Red de Ayuda Mutua de Solidaridad con los Migrantes, Madhvi Bahl, sostuvo que DC debió haber hecho esto hace meses, en lugar de intentar, y fallar, obtener la ayuda de la Guardia Nacional.
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“Es, por supuesto, muy tarde. Como han pasado cinco meses y ella está declarando una emergencia”, opinó Bahl.
Mientras, algunos migrantes ruegan porque sus reclamos sean escuchados.
"Ellos tienen que darnos la oportunidad, no todos somos iguales. Es verdad que mucha gente viene a pedir porque su situación es diferente pero nosotros vinimos a trabajar, a tener una mejor calidad de vida, a que nuestros hijos estudien", reclamó una de las migrantes.
Por su parte, Bowser señaló que el Distrito de Columbia no es una comunidad fronteriza de modo que no cuenta con la infraestructura para atender lo que ha llamado "una crisis humanitaria", pero trabajarán para que los solicitantes de asilo se sientan bienvenidos.
