Violencia deriva en problemas de salud en migrantes

89% de quienes llegan a México afirman ser víctimas de violencia intencionada.

Los problemas de salud en la población migrante centroamericana se derivan, en gran medida, de la violencia que han sufrido en sus países de origen y en México, indicó María Hernández, de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).

Hernández, quien es coordinadora del proyecto de Migrantes y Refugiados de MSF, señaló que la violencia "va dejando un pozo en la parte psicológica" y en los casos de, por ejemplo, secuestros o agresiones, "hablamos también de heridas físicas más graves".

Agregó que "cuando tú estás huyendo, como migrante o refugiado, de tu país se genera un impacto en tu salud anímica y mental".

La experta dijo que esto suele manifestarse en ansiedad y depresión, lo que se hace crónico debido al alto estrés y los eventos de violencia.

En el primer semestre de 2018, Médicos Sin Fronteras ha ofrecido en México atención médica, psicológica y de trabajo social "prácticamente al mismo número total de personas (migrantes) que atendimos en 2017", dijo Hernández.

En el área de trabajo social se han realizado 7,200 charlas; han sido beneficiarias en actividades de salud mental 6,400 personas, de las que 654 fueron consultas psicológicas; en tanto que el total de consultas médicas, hasta ahora, es de 3,800.

Del total de pacientes en consultas de salud mental, el 89% refiere que han sido víctimas de violencia intencionada, el 50% habían vivido la violencia en su país de origen, 23% vivió violencia en la ruta migratoria y el 26% ha sufrido violencia en ambos espacios.

Tras su trabajo en la atención médico humanitaria en distintos puntos de la ruta migratoria en México, María Hernández identifica que en la frontera sur "hay más necesidad" y que la violencia sexual es, "quizás, la más preocupante" y uno de los puntos más invisibilizados.

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