MOSCÚ - El presidente Joe Biden afirmó que recientes medidas tomadas por Rusia es "el comienzo de una invasión a Ucrania", durante una alocución y anunció sanciones por las "violaciones de leyes internacionales" de Vladimir Putin.
Conoce en detalle sobre las sanciones aquí.
El discurso de Biden se da horas después que la Cámara Alta del parlamento ruso diera al presidente Vladimir Putin permiso para emplear la fuerza militar fuera del país, lo que podría presagiar un ataque más amplio a Ucrania.
Los miembros de la cámara alta de Rusia, el Consejo de la Federación, votaron por unanimidad para permitir que Putin use la fuerza militar fuera del país, formalizando efectivamente un despliegue militar ruso en las regiones rebeldes, donde un conflicto de ocho años ha matado a casi 14,000 personas.
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Poco después, Putin expuso tres condiciones para poner fin a la crisis que ha amenazado con volver a hundir a Europa en la guerra, elevando el espectro de bajas masivas, escasez de energía en todo el continente y caos económico en todo el mundo.
Putin dijo que la crisis podría resolverse si Kiev reconoce la soberanía de Rusia sobre Crimea, la península del Mar Negro que Moscú anexó a Ucrania en 2014, renuncia a su intento de unirse a la OTAN y se desmilitariza parcialmente.
Occidente ha denunciado la anexión de Crimea como una violación del derecho internacional y anteriormente ha rechazado rotundamente la exclusión permanente de Ucrania de la OTAN.
Cuando se le preguntó si había enviado tropas rusas a Ucrania y hasta dónde podían llegar, Putin respondió: "No he dicho que las tropas irán allí ahora". Agregó tímidamente que “es imposible pronosticar un patrón de acción específico; dependerá de una situación concreta a medida que se desarrolle sobre el terreno”.
LA CASA BLANCA YA CALIFICA COMO "INVASIÓN" LOS MOVIMIENTOS DE TROPAS RUSAS EN LA ZONA SEPARATISTA
La carta de Putin a la Cámara Alta del parlamento buscaba aprobación formal al envío de tropas a regiones en poder rebelde en el este de Ucrania.
En la víspera, el presidente ruso reconoció a las regiones como Estados independientes.
También podría ser el anuncio de la intención de Putin de ampliar el ataque a Ucrania.
Gobernantes occidentales dijeron previamente que las tropas rusas habían penetrado en el este del país, y Estados Unidos lo calificó de invasión.
Mientras tanto, la Casa Blanca califica los movimientos rusos en Ucrania de “invasión''.
Con ello prepara el terreno para la aplicación de las sanciones fuertes prometidas cuando Rusia acumuló unos 150,000 efectivos militares cerca de la frontera con Ucrania.
Varios gobernantes occidentales dijeron el martes que las tropas rusas han penetrado en zonas en poder de los rebeldes separatistas en el este de Ucrania después que el presidente Vladimir Putin las reconoció como Estados independientes, pero algunos señalaron que aún no era la temida invasión en regla.
“Creemos que esto es, sí, el comienzo de una invasión, la invasión más reciente de Rusia a Ucrania”, afirmó Jon Finer, principal asesor adjunto de seguridad nacional. Dijo que “lo más reciente” era importante. “Una invasión es una invasión y eso es lo que está en marcha”.
La Casa Blanca decidió comenzar a referirse a las acciones de Rusia como una “invasión” debido a la situación en el terreno, agregó un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato para poder comentar las deliberaciones internas.
El gobierno estadounidense se resistió inicialmente a ponerle calificativos al despliegue de tropas porque la Casa Blanca quería ver qué iba a hacer Rusia realmente. Después de evaluar los movimientos de las tropas rusas, quedó claro que se trataba de una nueva invasión, agregó el funcionario.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, también aludió a la acción rusa como una invasión en un tuit, al comentar sobre la decisión del canciller de Alemania, Olaf Scholz, de suspender el gasoducto Nord Stream 2 en respuesta a las acciones de Rusia.
El presidente de Estados Unidos “dejó en claro que si Rusia invadía Ucrania actuaríamos con Alemania para garantizar que el Nord Stream 2 no avance”, expresó Psaki.
Desde hace semanas, las potencias occidentales han estado advirtiendo de una posible invasión mientras Rusia concentraba aproximadamente 150.000 soldados en tres lados de la vecina Ucrania.
Advirtieron que un ataque causaría muchas víctimas, escasez de combustibles en Europa y caos económico en todo el mundo, y se comprometieron a aplicar sanciones rápidas y graves si se materializaba. La Unión Europea y Gran Bretaña anunciaron el martes que algunas de esas medidas estaban por llegar.
Los líderes occidentales han advertido desde hace tiempo que Moscú buscaría un pretexto para invadir, un pretexto que pareció materializarse el lunes, cuando Putin reconoció como independientes dos zonas separatistas en el este de Ucrania, donde las tropas del gobierno han luchado contra los rebeldes respaldados por Rusia, en un conflicto que ha causado la muerte de más de 14,000 personas.
El Kremlin elevó aún más las apuestas el martes, al anunciar que su reconocimiento se extiende incluso a grandes zonas que ahora están en poder de las fuerzas ucranianas.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia ha reconocido la independencia de las regiones rebeldes “en las fronteras que existían cuando proclamaron” su independencia en 2014, amplios territorios que se extienden mucho más allá de las áreas que ahora están bajo control rebelde y que incluyen la importante ciudad portuaria de Mariúpol, en el Mar Negro.
El anuncio de Putin de reconocer la independencia de los territorios le abrió la puerta para formalizar su control sobre ellos y enviar fuerzas, aunque Ucrania y sus aliados occidentales han acusado a las tropas rusas de haber estado luchando allí durante años. Moscú niega esas acusaciones.
Las reacciones de condena fueron rápidas en todo el mundo.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que sopesaría romper relaciones diplomáticas con Rusia y Kiev retiró a su embajador en Moscú.
Pero la confusión sobre lo que estaba sucediendo exactamente en el este de Ucrania amenazaba con entorpecer la respuesta occidental. Aunque Estados Unidos claramente lo llamó una invasión, algunos otros aliados reaccionaron con moderación.
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo en París que “las tropas rusas han entrado en Donbás”, el nombre de la zona donde se encuentran las dos regiones separatistas. “Consideramos a Donbás parte de Ucrania”, agregó.
Pero en una distinción que podría complicar una respuesta europea y occidental, agregó: “yo no diría que es una invasión en toda regla, pero las tropas rusas están en suelo ucraniano”.