CARACAS, Venezuela — El gobierno venezolano denunció el sábado un supuesto plan para atentar contra el presidente Nicolás Maduro y otros funcionarios de Estado y aseguró que detuvo a 14 personas, entre ellas tres estadounidenses, que estarían relacionadas con el presunto complot.
En una rueda de prensa, el ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, afirmó que luego de un trabajo de inteligencia y rastreo también decomisaron 400 fusiles y pistolas, armamento que según el funcionario sería utilizado para provocar actos violentos en territorio venezolano.
Cabello dijo que entre los capturados figuran tres estadounidenses, dos españoles y un checo.
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Entre los estadounidenses, mencionó a un hombre al que identificó como Joseph Castañeda Gómez, que según dijo es un marinero de la Armada estadounidense y a quien acusó de pertenecer a un “equipo de mercenarios”.
“El gobierno Estados Unidos no está ajeno a esta operación", acotó, y agregó que detrás de ella está un personaje “nefasto del tráfico de armas” al que nombró como Iván Simonovis.
En 2002, Simonovis —entonces jefe de seguridad ciudadana de Caracas— fue encarcelado por lo que, según él, fueron acusaciones falsas de ordenarle a la policía que disparara contra manifestantes progubernamentales que habían salido a las calles a defender Hugo Chávez durante un breve golpe de Estado. Diecinueve personas murieron a raíz del tiroteo en un paso elevado en el centro de Caracas. Simonovis huyó en el 2019.
Cabello aseveró que detrás de la operación se encontrarían agencias de inteligencia de Estados Unidos y España.
The Associated Press no pudo conseguir de inmediato una reacción de las autoridades estadounidenses en relación con esa denuncia.
La AP envió un correo electrónico a la embajada de España en Caracas en busca de comentario pero hasta el momento no obtuvo respuesta.
El mandatario venezolano y sus aliados han acusado en numerosas oportunidades a Estados Unidos de promover supuestas conspiraciones y atentados contra el gobierno del país sudamericano, lo que han rechazado las autoridades estadounidenses.
Caracas rompió relaciones con Estados Unidos en 2019.
En septiembre del 2020, el presidente Maduro anunció que había tomado la decisión de impulsar un amplio plan de seguridad con miras a frustrar una supuesta trama desestabilizadora orquestada por Washington y que, según el gobernante, salió a la luz luego de la captura de un presunto espía que estaría vinculado con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés).
El gobierno de Maduro elevó recientemente la tensión con España, país que acogió al excandidato presidencial Edmundo González tras el otorgamiento de asilo político.
La oposición sostiene que González se impuso de forma contundente en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
El canciller venezolano Yvan Gil advirtió el viernes que Caracas no permitirá “ninguna acción injerencista” luego de que la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, calificara de “dictadura” a la administración de Maduro.
Tras su arribo a Madrid, el excandidato presidencial González ha mantenido reuniones con líderes españoles que le han expresado su respaldo.
La comunidad internacional ha cuestionado los resultados anunciados oficialmente que dieron la victoria a Maduro para un tercer mandato.