La alcaldesa del Distrito de Columbia Muriel Bowser firmó este miércoles una ley de gran envergadura que reforma el Departamento de Policía Metropolitana.
En junio, el Concejo de la capital aprobó unánimemente la legislación que limita el uso de fuerza de los oficiales, restringe el uso de ciertas tácticas, como las llaves en el cuello, agiliza la publicación de las grabaciones de las cámaras corporales y reduce el rol del sindicato policial en el proceso disciplinario de los oficiales.
El proyecto también prohíbe a la Policía Metropolitana usar gas lacrimógeno, gas pimienta, balas de goma o granadas aturdidoras para dispersar una multitud o manifestación.
Algunos miembros del cuerpo gubernamental presionaron para que se reencauzaran algunos de los fondos de la fuerza policía y hacia programas comunitarios de seguridad y salud mental. Los concejales no se pusieron de acuerdo sobre si se debía limitar el tamaño del departamento a 3,500 oficiales.
La legislación da un plazo de 90 días para aplicar los cambios en el departamento y este periodo puede ser extendido.
El concejo aún no ha decidido si reducirán por $15 millones el presupuesto propuesto por el departamento de policía.
La nueva ley viene tras meses de protestas y llamados a reformar los departamentos de Policía de EE.UU. tras incidentes de brutalidad y uso excesivo de fuerza, en especial hacia la comunidad afroamericana.
