Las autoridades la capital estadounidense han informado del arresto de un sospechoso en el asesinato de un niño de 11 años registrado el 4 de julio en el sureste de Washington, D.C.
El homicidio de un niño de 11 años, víctima de una bala perdida, en el sureste de la capital estadounidense fue producto de lo que las autoridades describen como “riñas” entre bandas. Los sospechosos previamente habían estado vinculados a otros tiroteos y homicidios, según las autoridades.
Documentos de la corte exponen cómo la policía logró identificar a cuatro sospechosos en la muerte de Davon McNeal. Uno de los acusados, Daryle Bond, de 18 años, compareció en corte la tarde del viernes y se declaró no culpable.
Fuentes dijeron a nuestra estación hermana NBC Washington que un segundo sospechoso, Christian Wingfield, de 22 años, fue detenido este viernes en Alexandria. Las autoridades siguen tras la pista de otros tres individuos.
Davon McNeal, el hijo de una “interruptora de violencia”, estaba saliendo del vehículo de su madre la noche del feriado del Día de la Independencia cuando se desató una balacera entre un grupo de hombres en la cuadra 1400 de Cedar Street SE. El menor era un transeúnte inocente y fue impactado por una bala perdida en la cabeza. Desde hace años, su madre trabaja como activista contra la violencia armada y ese mismo día el pequeño la había ayudado con un evento comunitario antiviolencia en el vecindario.
Días antes, la Policía Metropolitana había asignado patrullaje las 24 horas en la cuadra donde McNeal fue asesinado, a raíz de un tiroteo registrado la semana anterior, indican documentos judiciales. Un agente estaba en el área el 4 de julio pero fue llamado a otro incidente solo minutos antes de que estallara la balacera.
Las declaraciones juradas de los arrestos indican que al menos cuatro hombres implicados en el crimen forman parte de “bandas enfrentadas” en el sureste.
“La violencia reciente entre esos grupos ha resultado en varios tiroteos y homicidios”, se precisa en los documentos.
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La alcaldesa de D.C. Muriel Bowser dijo el lunes que estaba afligida por la muerte de McNeal.
Los hombres fueron fichados luego de que los investigadores hablaran con varios testigos y examinaran videos de vigilancia del área. Los detectives hallaron cartuchos de al menos cinco pistolas.
El jefe de la policía de D.C. Peter Newsham y la alcaldesa Bowser anunciaron la noche del jueves el arresto de Bond, quien fue acusado de asesinato premeditado en primer grado. Los otros hombres que siguen prófugos enfrentaban el mismo cargo y debían ser considerados “armados y peligrosos”, indicaron anoche los funcionarios.
Los otros sospechosos han sido identificados como Carlo General, de 19 años, y Marcel Gordon, de 25. La Policía está tratando de obtener una orden de arresto para un quinto sujeto.
“No sorprende que los tres sospechosos tengan antecedentes criminales relacionados a armas”, dijo Newsham. General y Wingfield fueron arrestados en la primavera porque fueron hallados con armas aunque tenían delitos en sus historiales criminales. Wingfield debía obedecer un toque de queda y cortó su dispositivo de GPS poco antes del tiroteo.
Los documentos indican que el dispositivo de rastreo demostró que estuvo en la escena del crimen. El aparato fue hallado después desechado.
Bond se encuentra detenido sin derecho a fianza y se presentará en corte otra vez en agosto.
Cualquier persona con información sobre el crimen debe llamar a la Policía Metropolitana. Está ofreciendo una recompensa de hasta $25,000.
