Agentes del FBI registraron la mañana del viernes la vivienda del asediado concejal de D.C. Jack Evans, llevándose con ellos varias cajas.
La oficina del FBI en Washington confirmó que oficiales llegaron a la residencia de Evans para llevar a cabo una “actividad de las fuerzas de la orden autorizada por una corte”. Evans se encuentra enfrentando investigaciones y acusaciones de que usó su posición como concejal y de presidente de la Junta de Directores de Metro para su ganancia personal.
Evans, que representa el distrito electoral 2, se encontraba en su casa junto con su abogado, Mark Tuohey, durante el registro. Los agentes del FBI fueron vistos llevándose varias cajas de la propiedad y poniéndolas en vehículos.
La Policía acordonó las calles cercanas a la vivienda de Evans ubicada en el vecindario Georgetown mientras vecinos salían de sus casas para ver lo que estaba pasando. El abogado de Evans dijo que no tenía comentarios sobre el incidente.
Un portavoz de Evans dijo que los agentes del FBI no registraron su oficina en el Concejo de D.C.
Los documentos del caso se encuentran sellados, así que no está claro qué es lo que el FBI está investigando exactamente. Sin embargo, Evans ha estado enfrentando varias acusaciones de corrupción desde marzo cuando el diario The Washington Post reveló que el funcionario usó su correo electrónico gubernamental para ofrecer “relaciones e influencia” como concejal y miembro de la Junta de Directores de Metro.
Miembros del concejo tienen permitido tener otros empleos además de su cargo público, pero el uso de Evans de su correo gubernamental oficial para establecer relaciones con empresas y negocios causó preocupación. Tras el reporte del Post, el concejo de la capital y la junta de metro iniciaron una revisión sobre la conducta de Evans.
En marzo, Evans fue reprendido por el concejo de la ciudad por violar el código de conducta. Se le retiraron sus responsabilidades como presidente del comité de finanzas y de ingresos públicos.
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El jueves, Evans cedió ante la presión de sus colegas y otros funcionarios para que renunciara de la Junta de Directores de Metro, tras una investigación que reveló que cometió varias violaciones del código de ética.
Una carta firmada por el miembro de la Junta y presidente del comité de ética de Metro Clarence Crawford, pero no por otros miembros del comité, citó numerosas violaciones incluyendo no declarar conflictos de intereses, conducir una campaña en contra de un competidor y aceptar dinero en conexión con su cargo oficial.
Un problema específico fue el trabajo de Evans con Colonial Parking, que le pagaba al concejal unos $50,000 al año, de acuerdo con la carta. El Inspector General confirmó que, en dos ocasiones, Evans le pidió a la oficina investigar una compañía de estacionamiento rival.
Evans aseguró que el comité de ética de Metro solo encontró que violó una sola regla, refiriéndose a no declarar conflictos de intereses. La Junta no tomó una acción oficial, permitiendo que Evans mantuviera su inocencia.
