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Trenes de la serie 7000 seguirán fuera de las vías del Metro de DC por otros 90 días

Durante el periodo de 90 días, Metro aumentará sus acciones para recondicionar los trenes de la serie 6000 y aumentar la fiabilidad para los usuarios, indicó la agencia. 

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Aún falta para el regreso de los trenes de la serie 7000 a los rieles del área capitalina. El Metro de Washington anunció este jueves que mantendrá la flota - retirada en octubre después del descarrilamiento parcial de un tren - fuera de las vías férreas por al menos otros 90 días. 

Expertos en ingeniería y mecánica han estado evaluando los vagones, tratando de determinar la causa exacta del descarrilamiento parcial del 12 de octubre y obtener la tecnología necesaria para la medición de la distancia entre las ruedas. 

“El personal ha estado trabajando con tres grupos externos para asegurar que los nuevos trenes sean seguros para operar y concluimos que sus esfuerzos de mantener e inspeccionar los trenes no están enfocados donde deben estar”, dijo en un comunicado el gerente general de la agencia de tránsito Paul Wiedefeld. 

“Estamos redireccionando nuestros esfuerzos hacia la identificación y el abordaje de la causa original del descarrilamiento y hacia la toma de pasos para [garantizar] una continua medición de las ruedas, como a instalación de tecnología en las vías”.

Durante el periodo de 90 días, Metro aumentará sus acciones para recondicionar los trenes de la serie 6000 y así aumentar la fiabilidad para los usuarios, indicó la agencia. 

Tras la salida parcial el pasado octubre de un vagón en la línea azul, los funcionarios de Metro decidieron retirar todos los trenes de la serie 7000 para detectar el origen del percance y determinar si estos ferrocarriles representaban un problema de seguridad para los usuarios. 

Una investigación federal concluyó que lo más probable era que el descarrilamiento había sido causado por un defecto en las ruedas, del que Metro había estado al tanto desde al menos el 2017. 

La comisión de seguridad de la agencia ordenó entonces una inspección profunda y el establecimiento de nuevos protocolos. 

Además de las consecuencias del descarrilamiento, el sistema está lidiando con un ausentismo de trabajadores por COVID-19, según Wiedefeld.

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