Decenas de familias puertorriqueñas, desplazadas por el huracán María, visitaron el miércoles a congresistas en Washington DC para incentivarlos a votar por una iniciativa que dicen proporcionaría viviendas permanentes a personas que perdieron sus hogares en desastres naturales.
La devastación de María causó que miles de boricuas se quedaran sin morada. El Programa de Asistencia de Alojamiento Transitorio, activado por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) ofrecía a los damnificados la opción de quedarse en hoteles pagados por el gobierno mientras resolvían su situación habitacional.
Desde que inició el programa, más de 19.000 individuos se han refugiado en hoteles en 40 estados, en DC y Puerto Rico, y al menos 5.000 continúan beneficiándose del sistema. Sin embargo, la extensión del programa vence el 30 de junio, lo que podría ocasionar que muchos de los afectados terminen viviendo en la indigencia.
Los boricuas llegaron desde el estado de Massachusetts para solicitarles a los legisladores que FEMA implemente el programa “Disaster Housing Assistance” que proveería asistencia de vivienda a largo plazo a familias de bajos recursos cuando se susciten catástrofes naturales.
“[Exigimos] humildemente que FEMA active el programa para así poder tener nuestro sistema de vivienda,” dijo Jorge Luis Santiago, un padre de familia boricua. “Lo que nos merecemos por ser ciudadanos americanos.”
Los participantes solicitan más tiempo para poder ajustarse, y según dicen que el gobierno los está impulsando a que se regresen a la isla cuando las condiciones son inhabitables.
“Queremos que el grupo del congreso se active y haga cuando antes algo por los puertorriqueños que están en hoteles,” agregó Rosa Santiago, una madre puertorriqueña. “Mucha gente se quiere quedar en los Estados Unidos. Es una emergencia.”
Según FEMA, los sobrevivientes que aún necesiten ayuda con asistencia de alquiler, consejos legales y consejería de crisis son referidos al programa de Manejo Inmediato de Caso por Desastre.
Los huracanes Irma y María, ambos de Categoría 4, tocaron tierra en Puerto Rico con dos semanas de separación, destruyendo la red eléctrica de la isla, y desplazaron a miles de puertorriqueños de sus hogares.
