Dicen que para criar a un niño se necesita una aldea y esa es precisamente la idea de los líderes del condado Prince George's.
Ante el incremento de peleas, robos, el consumo de drogas y agresiones contra estudiantes, comenzarán a implementar una estrategia para mantener a los menores seguros cuando entran y salen de los planteles.
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En las calles de Bladensburg, Maryland, padres expresaron su apoyo para la iniciativa Safe Passage, o caminos seguros en español.
“Uno cree que van a estar seguros en la escuela pero cualquier cosa puede pasar, tiroteos los secuestran o los golpean en la calle”, dijo una madre.
A partir de abril, grupos de voluntarios se instalarán en los alrededores de varias escuelas del condado para garantizar que los estudiantes lleguen a sus viviendas y a las escuelas de forma segura.
“Con la presencia de los voluntarios queremos combatir problemas como los peligros del tráfico afuera de las escuelas, robos, peleas”, dijo Krystal Oriadha, concejal del condado que impulsa la iniciativa.
La primera fase del programa se implementará desde esta primavera hasta el último día de clases. La idea es colocar al menos dos voluntarios en cada zona donde han ocurrido incidentes y alrededor de cada escuela tendrán áreas de trabajo.
Por ahora se enfocará en seis planteles: las secundarias Suitland, Largo, Bladensburg, Charles H. Flowers, Central y Andrew Jackson Academy.
“A partir del 15 de abril verán a los voluntarios de 2 a 4 de la tarde, esas horas críticas”, dijo Oriadha.
Quienes deseen participar como voluntarios pueden ingresar a esta página del condado y luego de inscribirse. Recibirán información sobre el entrenamiento que comenzará en las próximas semanas.
“Nosotros nos encargaremos del entrenamiento de los voluntarios para asegurarnos que ellos y los estudiantes estén seguros”, dijo Vick Nevado, de guns entrenamiento.
Y a quienes piensan que con esta estrategia se pone sobre los hombros de la comunidad parte del trabajo de la policía, Branndon D. Jackson, miembro de la junta escolar del condado, asegura que “las estrategias, las leyes y las autoridades pueden hacer su trabajo pero este es un esfuerzo de las comunidades”.
Los voluntarios del programa Safe Passage tendrán prohibido interactuar físicamente con estudiantes o miembros de la comunidad.
La iniciativa se une a los esfuerzos que ya se realizan en la secundaria Charles Flowers en Springdale, en cuyos alrededores se han reportado una serie de robos a estudiantes recientemente.
