La alcaldesa Muriel Bowser no decretará un toque de queda en Washington, D.C. la noche del jueves luego de que la sexta jornada de protestas pacíficas contra la brutalidad policial terminara sin arrestos.
El Distrito había impuesto la restricción desde la noche del domingo para apaciguar las manifestaciones suscitadas tras la muerte por asfixia de George Floyd, un hombre afroamericano, cuando un oficial blanco en Minneapolis ejerció presión con su rodilla sobre su cuello por casi nueve minutos. Derek Chauvin , el agente responsable, y tres otros oficiales implicados en el caso han sido detenidos.
Las movilizaciones pacíficas del miércoles han sido las más multitudinarias hasta ahora: más de 5,000 personas participaron, según las autoridades. Grupos se congregaron por sexto día consecutivo en diversos puntos de Washington para denunciar la violencia policial contra los afroamericanos, mientras decenas de agentes con vestimenta militar llegaban al centro en autobuses unas cuatro horas antes del toque de queda.
Los manifestantes permanecieron en las proximidades de la Casa Blanca hasta la madrugada, pese a que el toque de queda inició a las 11 p.m. El jefe de la policía de D.C. Peter Newsham confirmó el jueves que ninguno de los presentes fue aprehendido. La Policía Metropolitana tampoco reportó oficiales heridos o daños a vehículos.
El primero de los tres servicios fúnebres que honrarán a Floyd se llevará a cabo este jueves en Minneapolis. En la capital, se tienen pautadas varias manifestaciones en distintos puntos, entre ellos en la Casa Blanca, el Monumento a Martin Luther King Jr. y la Catedral Nacional.
Durante la jornada del miércoles, se registró un importante despliegue de las fuerzas del orden. Un nuevo perímetro de seguridad fue trazado por la Policía local alrededor de la Casa Blanca, que impedía el acceso de los presentes al área de Lafayette Square, que ha sido el centro de las protestas de los últimos días.
