El gobernador de Virginia Ralph Northam y la ciudad de Charlottesville han declarado de forma preventiva un estado de emergencia ante el primer aniversario del violento mitin de supremacistas blancos en la localidad, que dejó una mujer muerta y docenas de personas heridas.
Las autoridades dijeron el miércoles que la declaración optimizaría las operaciones locales y estatales este fin de semana y asignaría $2 millones de dólares en fondos del estado para las medidas de protección. Asimismo, la decisión autoriza a la Guardia Nacional de Virginia a asistir con los esfuerzos de seguridad.
De igual forma, funcionarios informaron que habrá una presencia importante de la policía en el área durante la marcha para disuadir episodios de violencia.
Solo uno de los organizadores del mitin supremacista en Charlottesville parece resuelto a signar el aniversario. Jason Kessler ha prometido continuar con sus planes de congregar a otros nacionalistas blancos el 12 de agosto en Washington DC, después de que la ciudad de Charlottesville le negara el permiso.
Por eso, las autoridades de la capital se están preparando para la llegada el domingo de cientos de supremacistas blancos parte del grupo Unite The Right, que planean reunirse cerca de la Casa Blanca, y para los manifestantes que protestarán su presencia en el distrito.
Los organizadores de Unite the Right esperan unas 200 a 300 personas.
