La activista conservadora Virginia Thomas, esposa del juez de la Corte Suprema Clarence Thomas, aceptó participar en una entrevista voluntaria con el panel de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del 6 de enero, informó su abogado el miércoles.
El abogado Mark Paoletta destacó que Thomas está “ansiosa por responder las preguntas del comité para aclarar cualquier concepto erróneo sobre su trabajo relacionado con las elecciones de 2020”.
El comité ha buscado durante meses una entrevista con Thomas en un esfuerzo por saber más sobre su papel en tratar de ayudar al expresidente Donald Trump a revertir su derrota electoral. La mujer habría enviado un mensaje de texto al jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, y se puso en contacto con legisladores en Arizona y Wisconsin en las semanas posteriores a las elecciones.
La voluntad de Thomas de testificar se produce mientras el comité se prepara para concluir su trabajo antes de fin de año y está escribiendo un informe final que presenta sus hallazgos sobre los disturbios que se llevaron a cabo en el Capitolio de EEUU. El panel anunció el miércoles que volverá a reunirse para una audiencia el 28 de septiembre, probablemente la última de una serie de audiencias que comenzaron este verano.
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El testimonio de Thomas, conocida como Ginni, era uno de los elementos restantes para el panel mientras contempla la finalización de su trabajo. El panel ya entrevistó a más de 1,000 testigos y mostró algunos de esos testimonios en video en sus ocho audiencias durante el verano.
Se desconoce el alcance de la participación de Thomas antes del ataque al Capitolio. En los días posteriores a que The Associated Press y otras organizaciones noticiosas proyectaron la elección presidencial de Biden, Thomas envió un correo electrónico a dos legisladores en Arizona para instarlos a elegir “una lista de electores en blanco” y “mantenerse firmes frente a la presión política y de los medios”. La AP obtuvo los correos electrónicos a principios de este año bajo la ley de registros abiertos del estado.
Thomas ha dicho en entrevistas que asistió al mitin inicial a favor de Trump la mañana del 6 de enero, pero se fue antes de que Trump hablara y la multitud se dirigiera al Capitolio.
Thomas, partidaria de Trump y quien participa desde hace mucho tiempo en causas conservadoras, ha sostenido repetidamente que sus actividades políticas no plantean ningún conflicto de intereses con el trabajo de su esposo.
“Al igual que muchas parejas casadas, compartimos muchos de los mismos ideales, principios y aspiraciones para Estados Unidos. Pero tenemos nuestras propias carreras separadas y nuestras propias ideas y opiniones también. Clarence no habla de su trabajo conmigo y no lo involucro en mi trabajo”, explicó Thomas al Washington Free Beacon en una entrevista publicada en marzo.
El juez Thomas fue la única voz disidente cuando la Corte Suprema falló en enero para permitir que un comité del Congreso tuviera acceso a los diarios presidenciales, registros de visitantes, borradores de discursos y notas escritas a mano relacionadas con los eventos del 6 de enero.
Ginni Thomas ha criticado abiertamente el trabajo del comité, incluida la firma de una carta a los republicanos de la Cámara de Representantes pidiendo la expulsión de los representantes Liz Cheney de Wyoming y Adam Kinzinger de Illinois de la conferencia republicana por unirse al comité del Congreso del 6 de enero.
CNN fue el primero en reportar que Thomas accedió a la entrevista.
No está claro si la audiencia del comité la próxima semana proporcionará una descripción general de lo que el panel ha aprendido o si se centrará en nueva información y evidencia, como cualquier evidencia proporcionada por Thomas.
El comité también realizó varias entrevistas a fines de julio y en agosto con los secretarios del gabinete de Trump, algunos de los cuales habían discutido invocar el proceso constitucional en la Enmienda 25 para destituir a Trump de su cargo después de la insurrección.
Cheney, la vicepresidenta republicana del comité, anticipó en la audiencia más reciente del panel en julio que el comité “tiene mucha más evidencia para compartir con el pueblo estadounidense y más para recopilar”.