Virginia

Exsacerdote del norte de Virginia se declara culpable de agredir sexualmente a un menor hace 35 años

Asalone reconoce que el estado tiene pruebas suficientes para condenarlo más allá de toda duda razonable.

Scott Asalone, de 65 años, exsacerdote de la Iglesia Católica St. Francis de Sales en Purcellville, se declaró culpable de un solo cargo de delito grave tras agredir exualmente a un menor de 14 años en el 1985. El imputado enfrenta hasta 10 años de prisión cuando sea sentenciado en abril.

La víctima en el caso es el exconcejal de DC, David Grosso, quien se identificó públicamente como víctima de Asalone cuando se presentaron los cargos en 2020.

Grosso, en una entrevista telefónica el lunes, indicó que escribió una carta en 1992 a Asalone, y el sacerdote respondió admitiendo su mala conducta.

Grosso resaltó que la carta sirvió como prueba para condenar a Asalone en un caso que se remonta a 37 años, hasta 1985.

“Me encanta el hecho de que la justicia nunca se detiene en Virginia”, afirmó la víctima.

A Asalone, que ahora vive en Asbury Park, Nueva Jersey, la Iglesia Católica lo retiró de sus funciones públicas en 1993 y lo destituyó de la Orden de los Frailes Capuchinos en 2007. La diócesis dijo que sirvió en la parroquia de Purcellville de 1984 a 1993.

Su declaración de culpabilidad se presentó en forma de una declaración de culpabilidad de Alford, en la que no admite formalmente su culpabilidad, pero reconoce que el estado tiene pruebas suficientes para condenarlo más allá de toda duda razonable.

El abogado de Asalone, Barry Coburn, se negó a comentar el lunes.

La Diócesis Católica de Arlington nombró a Asalone en su lista de sacerdotes acusados de forma creíble de abuso sexual de un menor. La lista se publicó en 2019, después de que el entonces fiscal general Mark Herring iniciara una investigación por abuso de sacerdotes, que continúa bajo su sucesor, Jason Miyares.

“Todas las víctimas merecen ser escuchadas”, destacó Miyares en una declaración escrita. “Virginia no tolera a los abusadores de niños. Animo a cualquiera que haya sido víctima de abuso por parte del clero a que se comunique con la Policía Estatal de Virginia, ya que nunca es demasiado tarde para luchar por la justicia”.

En un comunicado, el obispo de Arlington, Michael Burbidge, se mostró “agradecido con el fiscal general por procesar este caso y me complace que se haya hecho justicia”.

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