El principal fabricante de armas, Polymer80, tendrá que pagar al Distrito de Columbia $4 millones como parte de una multa por violaciones de la ley del consumidor. Tras el fallo judicial, la empresa tampoco podrá hacer negocios en la capital por decirles falsamente a los clientes que los kits de armas eran legales en D.C.
La batalla legal se remonta al 2020 cuando el fiscal general de D.C., Karl Racine, presentó una demanda contra la compañía alegando que el sitio web de Polymer80 -que desde entonces ha sido modificado- afirmaba falsamente que era legal comprar los kits de la empresa en el Distrito de Columbia. La oficina de Racine rastreó 19 kits que se habían vendido a residentes de D.C.
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“El mercado para estas armas es particularmente para las personas a las que legalmente no se les permite comprar armas en primer lugar”, indicó Philip Bangle, abogado principal de litigios del Brady Gun Violence Prevention Group, con sede en D.C.
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Polymer80 dejó de vender armas parciales y kits de armas en el Distrito después de que se presentó la demanda en 2020, y ahora tendrá que pagar.
El Distrito de Columbia se encuentra entre los primeros gobiernos locales de Estados Unidos en obtener una importante victoria legal contra uno de los mayores fabricantes de lo que comúnmente se conoce como armas fantasma.
La victoria judicial surge en momentos donde las nuevas regulaciones federales sobre armas fantasma entrarán en vigor la próxima semana. Además, requerirán números de serie y una verificación de antecedentes antes de que se pueda vender un arma parcial o un kit de armas.
“Francamente, estamos muy atrasados. Es algo que deberíamos haber abordado mucho antes, pero es importante abordarlo ahora”, dijo Bangle.
La ATF llama a las armas en cuestión "armas de fuego de fabricación privada", ensambladas a partir de piezas ordenadas en línea. La policía local las llama pistolas fantasma porque no se pueden rastrear y no es necesario que tengan números de serie.
La policía de D.C. recuperó solo tres pistolas fantasma en 2017. Ese número se ha disparado a 350 en lo que va del año. A menudo, los delitos a los que están vinculados involucran a adolescentes demasiado jóvenes para comprar armas legalmente.
