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Generación en riesgo: familias afectadas por el fentanilo denuncian fallas en programas locales

Varias madres afirman haber pedido ayuda a las autoridades, pero al parecer, no tienen los recursos para suplir la alta demanda de servicios.

Telemundo

Luego de encontrar a su hija de 15 años inconsciente por una sobredosis, Edith Montalván llamó al 9-1-1, pero la respuesta no fue la esperada.

"Mi hija is dead, mi hija is dead", exclamó desesperada, mientras el operador intentaba entender lo que sucedía debido a la diferencia de idiomas.

"I’m getting  help started but you need to take a deep breath because I don’t understand what you’re saying. What is going on?", cuestionó el operador.

El hecho de Montalván no habla inglés y la presunta falta de recursos en español de esta agencia dejaron al descubierto un sin número de fallas en el sistema en su lucha contra los opioides.

“Mi inglés es limitado y yo no saíia qué decir. Corrí con mi vecino, toqué la puerta muy fuerte, ellos bajaron y yo le dije, mi hija, el 9-1-1. Hasta en eso me falló el 9-1-1”, enfatizó.

Cuatro días después y en una conferencia de prensa, el jefe de la policía del condado negó lo sucedido al tiempo que aseguró que sí hay recursos disponibles para familias con hijos adictos al fentanilo.

De hecho, esa es la misma afirmación que han hecho otros gobiernos locales en todo el país, pero algunos padres denuncian que la realidad es diferente.

“No hay ningún programa que te pueda ayudar en este caso. Yo traté por más de 6 meses buscando ayuda para mi hija y me dijeron que no, que mi hija no estaba lista y que no tenía ningún problema, que no era una emergencia”, sostuvo una madre de Maryland que prefirió permanecer en el anonimato.

“Pedí ayuda en la escuela, pedí ayuda en la policía, a los servicios sociales y nadie quizo hacer nada. Por un milagro de Dios, mi hijo está vivo todavía", resaltó, por su parte, Jazmin Ventura.

Por otro lado, dentro de los gobiernos locales, trabajadores sociales afirman no dar abasto con el número de casos de adicción y la falta de recursos. Los funcionarios también aseguran que la situación es aún peor para las personas indocumentadas.

“Las opciones son pocas, pero sí cuestan bastante dinero. La verdad es que es bien difícil para las personas que son  inmigrantes  en este país. Siempre va a escuchar, no lo podemos ayudar, no le podemos ayudar. La realidad es que estamos estresadas”, aceptó una trabajadora social de DC que prefirió no ser identificada.

Para algunos, la responsabilidad afuera de la casa recae en las escuelas y la policía. Sin embargo, los mismos estudiantes aseguran que es dentro de sus centros de estudio, donde se trafican y consumen todo tipo de drogas.

Este es el tercer reportaje de la serie especial Fentanilo: Generación en riesgo. Sintoniza el resto esta semana a las 6pm y 11pm.

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