Cientos de migrantes que residen en el condado Fairfax en Virginia se encuentran en incertidumbre ante el aumento en las solicitudes de deportación. Hasta el momento existen ya más de 17,000 residentes enfrentando este proceso.
No obstante, expertos aseguran que la política es sólida, tal como está escrita, pero que se han ignorado los plazos de implementación.
“En el acta de confianza explica que ningún departamento del condado o los servicios deben de tener contacto con inmigración, ya ha pasado más de un año y lo que estamos viendo es que esta póliza solo son palabras, no han hecho ningún plan de implementación y nuestra comunidad sigue siendo afectada y deportada”, explicó Johnathan Cano de Legal Aid Justice Center.
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Los cinco pasos que se están pidiendo para cesar esta crisis son:
- Revisar los procedimientos de arresto de la policía para limitar la recopilación de datos
- Aprobar documentos de identificación sin fines de lucro
- Limitar la divulgación de información de identificación relacionada con los arrestos, según la ley de libertad de información de Virginia
- Eliminar el perfilado racial en las consecuencias de los cargos de bajo nivel
- Reducir la embriaguez en las detenciones públicas
Las causas de estas anomalías aún se desconocen, pero las organizaciones de ayuda y defensa migratoria dicen que el condado debería hacer más para reducir las deportaciones.
