Tras meses de lucha y protestas, el martes finalizó la venta de un parque de casas móviles en el condado Fairfax que ha dejado a los residentes en incertidumbre.
El parque Ray’s and Engleside está localizado en la Ruta 1 en la sección de Alexandria del condado. Es uno de los ocho parques de casas móviles del condado, y vendió por $24.2 millones a Pacific Current Partners.
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"Somos unas familias de bajos recursos y pues tenemos miedo de qué se nos vaya incrementar demasiado la renta”, dijo el residente Héctor Ramírez.
Según los residentes, ellos deben comprar el trailer donde viven, que en promedio cuesta $50,000. A eso le deben sumar la renta del terreno mensual que es de $1,040 y $350 en promedio por servicios públicos.
La comunidad se trata de más de 300 familias que han vivido ahí por muchos años, y ahora afirman que son varios los temores que enfrentan.
“El temor que tenemos es que al rato nos desalojen a nosotros y nos quieran dar una baba por el tráiler y quieran hacer unos condominios, que se yo. Ese es el temor que tengo yo y la mayoría de las personas que vivimos aquí”, indicó el residente Oscar Portillo.
María Osorio estuvo de acuerdo.
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“[Tengo miedo] de qué por ejemplo nos quiten de lugar porque nosotros vinimos con un sueño, somos de bajos recursos y queremos estar aquí porque es un lugar tranquilo y que no nos incremente la renta”, dijo.
Larissa Zehr es abogada del Centro de Justicia y Asistencia Legal, una organización que ha asesorado a los residentes. Para ella las autoridades deben cambiar la legislación en beneficio de los propietarios de casa móviles.
“El estado de Virginia puede dar a los residentes un poquito más de poder sobre qué pasa con su futuro para que se puedan quedar en sus comunidades. Por ejemplo, tener más participación en el proceso cuando se quiere vender un parque y tener el derecho de presentar una oferta y que sea la primera oferta considerada, también tener apoyo financiero para poder ser dueños del parque y así poder quedar en sus comunidades [y] establecen el futuro”, explicó Zehr.
A pesar de que los residentes a través de una organización sin ánimo de lucro hicieron una oferta de compra, al parecer ésta no fue tenida en cuenta. Ahora deben esperar que venza su contrato de arrendamiento en agosto del próximo año para saber qué pasará con ellos.
