MÉXICO - Con su llanto pedía auxilio y fue escuchada. Los policías se acercaron sigilosos. Uno de ellos grababa y captó el momento en que detrás del montón de escombros y basura apareció la pequeña.
Los uniformados revisaron el terreno baldío tratando de encontrar a quienes la habían abandonado, pero nadie estaba cerca.
La menor fue llevada a un hospital de San Luis Potosí donde la identificaron como Mya Fernanda, la bebita que fue secuestrada el 30 de agosto junto a su abuelita.
Las investigaciones indican que la pequeña y su abuela fueron privadas de su libertad cuando iban a la escuela a recoger a su hermana mayor. Dos días después la mujer apareció muerta. Fue asesinada de una forma muy violenta.
Al enterarse de que la habían localizado, sus padres y su hermana mayor corrieron a su encuentro, lloraban y se abrazaban con sus familiares y daban gracias por que Mya estaba viva.
"No hay palabras para explicar la desesperación, el miedo, la frustración, el coraje, pero lo vuelvo a reiterar, hoy es dicha y felicidad porque nuestra hija ha vuelto a nacer", asegura Jacobo, el papá de Mya.
El reporte médico indica que los plagiarios alimentaron y respetaron la integridad física de la pequeña, quien cumplió su primer año justo el día en que la liberaron.
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"Los médicos mencionan que su salud es estable y en buenas condiciones", dice Luis Ángel Castro, de la Policía Federal.
El padre de la pequeña es migrante, trabaja y vive de manera legal en Estados Unidos y explicó que, debido a lo que pasó con su hija y su suegra, preferirá dejar atrás lo que tenía del otro lado de la frontera y quedarse en Río Verde con su familia.
