Guatemala, 22 jun (EFE).- El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, reiteró hoy a Estados Unidos su petición de respetar los derechos humanos de los niños inmigrantes guatemaltecos que están detenidos en el país norteamericano.
"Si bien es cierto que hay limitaciones, hemos demandado a todos, incluido a Estados Unidos, el respeto de los derechos humanos de nuestros menores", manifestó el mandatario a periodistas luego de participar en Jutiapa (este) en el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur).
Morales recordó que en abril del 2016, acompañado de su esposa y primera dama, Patricia Marroquín, visitó varios albergues en EE.UU. para verificar el trato que se les daba a los niños.
"No es de ahora que se demanda el respeto", dijo, y agregó que su canciller, Sandra Jovel, de viaje en Washington, tiene las mismas instrucciones de "luchar por los derechos de nuestros ciudadanos".
La Cancillería informó hoy de que Jovel instruyó al consulado de Guatemala en Maryland que verifique de manera inmediata la situación de los niños inmigrantes en ese lugar, luego de denuncias divulgadas en medios de comunicación local de que los menores que estén en el albergue Shenandoah Juvenil Center sufren de malos tratos.
Morales consideró que la política de "Tolerancia Cero" que impulsó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y que separó a varias familias "no es la solución".
"En Estados Unidos lo que puede solucionar, y lo hemos sugerido diplomáticamente, es una reforma migratoria integral no solo para los guatemaltecos sino para todos", subrayó.
El presidente Morales también recordó que desde que asumió el poder en enero de 2016 ha formulado varias peticiones de un TPS (Estatus de Protección Temporal) para los guatemaltecos.
Sin embargo, las solicitudes del mandatario no han tenido éxito ante la Casa Blanca.
En el contexto de la política "Tolerancia Cero", de acuerdo con la Cancillería, 465 menores guatemaltecos fueron separados de sus familia y esa cifra forma parte de los 5.995 niños inmigrantes no acompañados que han sido detectados en más de una veintena de albergues en Estados Unidos.
