Virginia

Mitin supremacista blanco en DC termina antes de tiempo tras protestas

What to Know

  • Un pequeño grupo de supremacistas blancos marchó a Lafayette Park, para un mitin "por los derechos civiles de los blancos"
  • Miles de manifestantes antirracismo también se concentraron en el parque para protestar su presencia en el distrito
  • El mitin supremacista terminó horas antes de lo previsto tras escasa asistencia y gran multitud de manifestantes

El mitin supremacista blanco Unite the Right, que estaba pautado para la tarde del domingo en Lafayette Park, a solo pasos de la Casa Blanca, terminó horas antes de lo previsto, luego de que sus asistentes fuesen superados en número por una gran multitud de manifestantes en contra de su retórica racista.

El pequeño grupo de nacionalistas, que se reunía para pedir por “los derechos civiles de los blancos”, se logró congregar por poco tiempo en el parque, pero finalmente terminó dispersándose alrededor de las 5 p.m. 

Varios miles de manifestantes antirracistas se agruparon en Lafayette Park y en la plaza Freedom Square a pocas cuadras del lugar, para clamar contra la presencia de los supremacistas en el Distrito. Diversos grupos de activistas se reunieron desde el mediodía, entonando consignas y elevando pancartas con mensajes de rechazo al racismo, la xenofobia y el fascismo.

Todo esto ocurrió a un año de la trágica marcha, organizada por el mismo grupo supremacista en Charlottesville, Virginia, donde murió una mujer y decenas resultaron heridos, luego de que un neonazi embistió contra una multitud de manifestantes.

El organizador del mitin supremacista, Jason Kessler, dijo más temprano en el día que vio la manifestación como una relacionada con proteger la Primera Enmienda, aunque algunos otros asistentes dijeron que ven a los blancos como la cultura fundadora de los Estados Unidos y agregaron que cualquiera que no fuera blanco era de alguna manera menos estadounidense, informó el reportero de MSNBC, Garrett Haake.

De acuerdo con la solicitud de permiso, se esperaba que asistieran unas 100 a 400 personas al encuentro de Unite the Right este año, que se llevaría a cabo de 5:30 p.m. a 7:30 p.m. Sin embargo menos de 30 se presentaron, indicó Haake. Kessler aseguró que esto se debía a que muchos adeptos a la causa "temían por su seguridad".

También se aguardaba que la manifestación incluyera oradores como el ex “Gran Mago” del Ku Klux Klan, David Duke, según la solicitud, pero Kessler le dijo a MSNBC la tarde del domingo que Duke no iba a participar.

A pesar de la escasa asistencia, el evento supremacista tuvo un impacto significativo en la dinámica del distrito. Los nacionalistas blancos, muchos con sus caras tapadas, tomaron el metro escoltados por agentes de la policía alrededor de las 3 p.m. desde Vienna, Virginia, hasta Foggy Bottom. De ahí, caminaron hacia Lafayette Park, gritando consignas y portando símbolos fascistas y banderas de EEUU.

Hubo un significativo despliegue policial en las estaciones, a lo largo del trayecto y en Lafayette Park, incluyendo la presencia de oficiales antidisturbios. Los supremacistas fueron recibidos con abucheos, carteles que leían “el odio no tiene hogar aquí” y coros como “No a los Nazis, no al KKK, no a un Estados Unidos facista”  y "¡nazis, váyanse a casa!" por miembros de grupos como DC United Against Hate (DC Unido contra el odio) y New York Black Lives Matter (Las vidas de negros importan).

Una vez en Lafayette  Park, la contraprotesta era tan multitudinaria que desbordaba las calles alrededor de la residencia presidencial. Algunos manifestantes llevaban máscara para protegerse de gases lacrimógenos, mientras que los menos sofisticados se contentaron con unas gafas de buceo.

Días antes de la manifestación, funcionarios del gobierno y las autoridades policiacas de la capital aseguraron contar con todos los protocolos de seguridad para evitar la violencia durante el evento, y dijeron que su prioridad era mantener a los grupos separados.

“Nuestro propósito número uno es asegurarnos que nadie salga herido y que ninguna propiedad sea destruida,” dijo el jefe de la policía metropolitana, Peter Newsham.

El centro de la ciudad y partes del metro se vieron paralizados a raíz de la manifestación supremacista, y varias calles fueron cerradas.

Poco después de que terminara el corto mitin de la extrema derecha, se pudo ver a algunos manifestantes arrojando objetos, y se informó de un enfrentamiento entre manifestantes y policías en 17th Street y la Avenida Pennsylvania NW frente a Renwick Gallery. Los manifestantes fueron vistos encendiendo fuegos artificiales. 

Sin embargo, los actos relacionados con el grupo supremacista, que comenzaron a mediodía y concluyeron unas seis horas después, se desarrollaron en su mayoría de forma pacífica, puesto que no llegaron a producirse choques entre neonazis y manifestantes.

Durante una conferencia de prensa el jueves, la alcaldesa de DC, Muriel Bowser, denunció la retórica de los supremacistas blancos, pero dijo que la ciudad tenía la obligación de permitir que se lleve a cabo el mitin. "Mientras que nosotros nos oponemos y rechazamos el mensaje que oiremos este fin de semana en Lafayette Park, es nuestro deber proteger la primera enmienda," agregó.

Mientras que la Casa Blanca fue el telón de fondo de ambas manifestaciones, el presidente Donald Trump no se encontraba en la ciudad. El primer mandatario de EE UU guardó silencio sobre el asunto y no rechazó la presencia de neonazis frente a la Casa Blanca, aunque el sábado en un mensaje de Twitter condenó "todo tipo de racismo" e instó a los estadounidenses a unirse "como nación".

La alcaldesa Bowser, quien se estaba de viaje en El Salvador, regresó a la capital ante la marcha supremacista. Volverá al país centroamericano el lunes por la mañana.

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