El adolescente de 17 años arrestado por haber asesinado a una madre salvadoreña reportada como desaparecida en Lanham, Maryland, confesó a las autoridades haber apuñalado a la mujer y luego escondido el cuerpo en su cuarto, revelan documentos judiciales.
Marcos Reyes Moreno fue detenido el viernes como principal sospechoso del homicidio de Blanca Aguilar, de 49. El acusado y la víctima residían en la misma casa y presuntamente el crimen se habría registrado durante una pelea.
Aguilar, quien según su familia padecía de un tumor cerebral, había sido vista por última vez el viernes 24 de enero.
Cinco días después, el miércoles 29, elementos de la Policía descubrieron su cadáver en el sótano de una residencia, ubicada en la cuadra 6900 de Lamont Street. La víctima vivía en un cuarto del inmueble con su hija de 17 años. El cuerpo de Aguilar presentaba varias heridas de arma blanca y estaba envuelto en una sábana, según documentos.
Testigos le dijeron a la policía que el sótano donde Aguilar fue hallada era habitado por un individuo a quien conocían como “Michael Moreno”. Durante la investigación, las autoridades descubrieron que el sujeto recientemente había tenido contacto con la Policía de Parques de Riverdale durante una parada de tránsito y ficharon su verdadera identidad. Asimismo, se enteraron de que Moreno no había sido visto en la residencia desde el sábado 25 de enero y había cambiado su número de teléfono.
Poco después, Reyes Moreno fue encontrado en una casa en Hyattsville. Durante un interrogatorio, el acusado renunció a sus derechos Miranda y confesó a los detectives haber apuñalado a Blanca Aguilar tras una discusión verbal que devino en una confrontación física, y luego que escondió su cuerpo en su cuarto para ocultar evidencia del crimen, indican los documentos.
Según las autoridades, la propiedad donde se registró el crimen no tiene permiso para subarrendar sus habitaciones.
Reyes Moreno está detenido sin derecho a fianza y será procesado como adulto. Enfrenta una condena máxima de cadena perpetua.
En un comunicado emitido el viernes, la familia de Blanca Aguilar dijo que ella "siempre estaba allí si se le necesitaba. Sus hijos eran su prioridad. Todo era trabajar para poder proveer a su familia y a sus hijos."
Según allegados, Aguilar era una cristiana devota que asistía a un estudio bíblico todos los jueves y ayudaba en su iglesia cada viernes.
