Un niño de 11 años que murió tras recibir un disparo el 4 de julio en el sureste de Washington, D.C. era hijo de una activista contra la violencia armada y ese mismo día había ayudado a su madre con un evento comunitario, indicaron funcionarios de la ciudad este lunes.
Davon McNeal estaba saliendo del vehículo de su madre la noche del sábado cuando se desató una balacera entre un grupo de hombres. El menor era un transeúnte inocente.
La alcaldesa de D.C. Muriel Bowser y el jefe de la Policía Peter Newsham dijeron el lunes en una conferencia de prensa que harían todo en su poder para dar con el responsable de la muerte de McNeal y para asistir a la familia de la víctima.
“Queremos ofrecer nuestra sinceras condolencias a la mamá de Davon, a la familia de Davon. No me puedo imaginar lo que es sostener a tu pequeño de 11 años mientras está perdiendo su vida”, dijo Newsham.
“Ellos perdieron a su increíble, bello hijo que debería estar haciendo lo que hacen los niños de 11 años”, dijo la alcaldesa. “[Pero] porque alguien abrió fuego sin motivo en su vecindario, él está muerto”.
La madre de McNeal, Crystal McNeal, trabaja como “interruptor de violencia” a través de un contratista de la ciudad, dijo Del McFadden, director de la Oficina de Seguridad y Compromiso Vecinal de DC. Los “interruptores” buscan prevenir la violencia antes de que esta ocurra.
Por años, la madre de McNeal se había dedicado a evitar la violencia en la comunidad donde su hijo fue asesinado. La familia se había mudado del vecindario hace solo un año. El abuelo de McNeal, John Ayala, también ha estado involucrado en la prevención de la violencia y colaboró con la división local de la organización Guardian Angels.
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Al menos 20 niños estaban presentes el sábado en un picnic en contra de la violencia organizado por Crystal McNeal y orientado a familias, dijo McFadden. McNeal se bajó del carro de su mamá y se dirigía a casa de su tía para buscar un cargador de celular cuando estalló el tiroteo, dijo Ayala.
“En cuestión de segundos, cuando salían del carro, oyeron los tiros. Cuando escucharon las balas, él cae”, continuó Ayala. La madre de McNeal pensó que su hijo se estaba protegiendo. Pero “en verdad había recibido un disparo. Su mamá lo sostuvo”.
Cinco hombres escaparon en un auto sedán negro. Uniformados que estaban cerca fueron alertados sobre el incidente a eso de las 9:20 p.m., indicó Newsham. McNeal fue llevado desde la cuadra 1400 de Cedar Street SE a un hospital donde fue pronunciado muerto.
El pequeño era aficionado del futbol americano y soñaba con jugar en la NFL, según sus familiares.
Durante una entrevista con nuestra estación hermana NBC Washington, el abuelo de McNeal le rogó entre lágrimas a testigos y a los responsables que contactaran a la policía.
“Espero que alguien hable. ¡Saben lo que está pasando! ¡Hablen! Dejen de tener miedo”, exclamó. Para la noche del lunes, las autoridades no habían anunciado arrestos. Pero más temprano ese día, el jefe de la policía dijo que “algunos de los mejores detectives de la ciudad” habían hecho progreso “significativo” en el caso. Las autoridades no sospechan que se trate de un ataque por el trabajo de su madre, dijo Newsham.
Cualquier persona con información debe contactar a la policía metropolitana. Están ofreciendo una recompensa de hasta $25,000.
