Actualmente hay alrededor de 100,000 personas en EEUU en espera de un órgano que les pueda salvar la vida. Durante el mes de concientización sobre la donación de órganos, una madre hispana cuenta su historia sobre cómo transformó su dolor tras la muerte de su hijo en vida.
“Junior era un niño muy alegre. Lo que se proponía, lo lograba. [Era] muy inteligente, muy dedicado. Le gustaban los retos. Él quería ser cirujano”, dijo su madre, Silvia Leitch. “Todo el tiempo quería ayudar a las personas. Él tenía un corazón muy compasivo”.
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Pero un día, Leitch explica que Junior se deslizó.
“Le dió vértigo. Cayó de un sexto piso. Fue difícil aceptar que su vida se perdiera en un instante”, dijo.
Poco después, la peor pesadilla de una madre se concretó. Con 18 años y un futuro truncado, Junior había partido físicamente.
En medio de su dolor, Leitch decidió no dejarlo morir sin multiplicar su vida a través de la donación de sus órganos.
“Hay vida en otras personas. Fueron cinco personas que tienen una parte de él todavía viva. Uno piensa [que] van a tocar el cuerpo, van a sacar, no va a ir completo. Pero en realidad, queda esa parte de cuerpo distribuida en varias personas, viviendo. Y eso para mí significa que todavía está ahí”, dijo Leitch.
Local
En Estados Unidos, alrededor de 22 personas mueren todos los días en espera de recibir un órgano. El tomar la decisión de ser donante en vida le evita a sus familiares hacerlo por tí en momentos vulnerables.
“Toma menos de un minuto para registrarse para ser donante de órganos y tejidos y cambiarle la vida a alguien. El número de donantes en la comunidad latina es bajo, y nosotros lo necesitamos porque hay más de 22,000 de nosotros esperando en la lista para un trasplante”, dijo María Suárez Ortiz, vocera de Done Vida.
Para registrarte, puedes hacerlo al momento de solicitar tu licencia de conducir o a través de la página web DoneVida.org.
Estadísticas indican que solamente el 50% de las personas que están dispuestas a donar se han registrado, por lo que es importante no solamente dar ese paso, sino también cuidar de nuestros órganos en vida para que la donación sea efectiva.
