Los ladrones atacaron a una mujer que trabajaba como conductora de Uber Eats en DC y robaron su auto del trabajo y su auto personal el mismo día.
Recuperó uno de sus vehículos, pero estaba plagado de agujeros de bala, mientras el otro coche aún no ha sido encontrado.
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La mujer, a quien News4 no identificó, estaba en Union Market en el noreste de DC la mañana del 17 de noviembre cuando le robaron el Hyundai que solía conducir para Uber Eats. Dentro estaban las llaves de su segundo coche, un Lexus, junto con algo que llevaba su dirección.
“En cuestión de momentos, unos 10 a 15 minutos después de que se llevaron mi Hyundai, vinieron a mi casa y se llevaron mi segundo auto”, relató.
Once días después recibió una carta de una empresa de grúas. Su Lexus fue encontrado abandonado en una calle de Capitol Heights y remolcado a un depósito confiscado en el condado Prince George's. La carta le ordenaba que viniera a buscar su automóvil y trajera $463 para gastos de almacenamiento.
“Les pregunté si mi camión era siquiera manejable. ¿Valió la pena que viniera a buscarlo? Porque piensas que cuando te roban el carro, se estrella, se daña y no puedes conducirlo. Entonces me dijeron: 'Bueno, hablaremos contigo cuando llegues aquí con los $463'", explicó.
Cuando llegó al lugar, vio agujeros de bala, “como si salieran disparados del vehículo”.
En el interior del auto encontraron casquillos de bala, parafernalia de drogas y basura. Como el auto había sido robado en DC, llamó a la policía de esa jurisdicción. La mujer indicó que un detective vino y procesó el auto, tomó huellas y recogió los casquillos.
Ya no quería conducir el vehículo y sentía que estaría conduciendo en la escena de un crimen. Se imaginó que la detenían un automóvil con agujeros de bala y no tenía nada más que un recibo de remolque para explicar el motivo.
Eso no sucedió, pero tuvo una interacción más con la policía.
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“Salieron y nos tomaron ADN para excluirnos del crimen, porque ese vehículo estaba reportado en otros tres robos”, detalló.
Así es como está todo ahora: una conductora de DC tiene un automóvil acribillado a balazos que tiene miedo de conducir, su ADN archivado para excluirla de una supuesta ola de crímenes y el automóvil que usaba para trabajar sigue desaparecido.
Según datos de la Policía Metropolitana, en la capital se han reportado más de 900 robos de vehículos en lo que va del año.
